Mahatma Gandhi, pensador y político indio del siglo XX, acuñó el concepto de la resistencia pacífica, por la que se oponía al sistema colonialista británico sin abrazar prácticas que implicaran la violencia como vía para alcanzar la libertad.

Los 72 hindúes del CETI que recientemente solicitaban información a la Delegación del Gobierno sobre su situación en la ciudad, recibieron una respuesta contundente: con ellos se seguirá el mismo procedimiento que con el resto de residentes en el campamento del Jaral, la devolución a su país de origen.

La respuesta del grupo no se ha hecho esperar y el lunes por la noche abandonaron el CETI estableciendo un campamento en el bosque con plásticos y troncos encontrados en los alrededores. Son 72 personas, 72 historias que esconden dramas personales y esfuerzos por alcanzar el sueño Europeo, coinciden todos.

El argumento que esgrime la Delegación del Gobierno es que no han solicitado el asilo en España, por lo que tendrán que abandonar el territorio español en cuanto las autoridades lo consideren oportuno. "No sabíamos que necesitábamos solicitar el asilo para permanecer en suelo español", explica Gurpreet, uno de los miembros de este colectivo, "por eso el tiempo se nos ha pasado para solicitar refugio", añade.

Su única preocupación es que, si continuaban en el CETI, la policía interviniera en mitad de la noche y los llevara de vuelta a la India, por lo que han decidido reunirse en un punto del bosque como medida de protesta hacia lo que consideran una injusticia. "Llevamos en la ciudad una media de año y medio. En este tiempo nos podían haber informado de que nuestra estancia acabaría en deportación", lamenta Jaindar, quien lleva 15 meses en Ceuta.

Otros, como es el caso de Kuldup, llegó hace dos años dejando atrás a sus tres hijos. Entre estos hindúes incluso se da el caso de algunos que tuvieron que vender sus casas y propiedades para sufragar los costes del viaje "a Europa", se encarga de matizar Rocky, quien ya no ve su futuro sólo en la península sino en cualquier país que le acoja en mejores condiciones. El padre de Harneer murió en la India cuando él llevaba 7 meses en el CETI.

Los 72 hindúes proceden de zonas distintas de la India, según explicaron ellos mismos, unos del Punjab, por lo tanto sikh, y otros de Haryana, por lo que se autodenominan hindúes. "Aunque existen algunos matices religiosos que nos diferencian, estamos juntos en esto porque tenemos el mismo objetivo: buscar un futuro mejor en la península", destaca Grupreet. "Queremos ganar dinero para que nuestra familia pueda vivir mejor. Si nos devuelven, ¿cómo vamos a conseguir nuestro objetivo?, pregunta Rocky.

Según el grupo, los antecedentes de repatriaciones a la India están claros: "el 20 de febrero de 2007 fueron enviadas 48 personas y el 12 de octubre de 2007 lo hicieron con otras 13 personas. No nos vamos a quedar sentados a que vengan por nosotros", asegura Rocky. "Confiamos en que la gente de Ceuta nos ayude a encontrar una solución a nuestro problema", concluye Gurpreet.

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