Una pareja en Brasil decapita vivo y descuartiza a su hijo por considerarlo "un estorbo"

  • Las dos mujeres podrían ser condenadas a 57 años de prisión por numerosos delitos, que incluyen asesinato, malos tratos y tortura.
Rosana Candido y Kacyla Pessoa.
Rosana Candido y Kacyla Pessoa.
Policía Civil del Distrito Federal, Brasil.
Rosana Candido y Kacyla Pessoa.

Según recogen numerosos medios brasileños, una pareja de Samambaia (Distrito Federal) mató y descuartizó al hijo de una de ellas por supuestamente considerarlo "un estorbo".

Ambas mujeres (la madre del menor, Rosana Candido, y su pareja, Kacyla Pessoa) fueron detenidas el pasado sábado 1 de junio y confesaron haber cometido el crimen.

El medio 'Folha de S.Paulo' afirma que de acuerdo a la declaración de la pareja el pequeño Rhuan Maicon fue asesinado de una puñalada al corazón mientras dormía; aunque después la Policía Civil del Distrito Federal habría determinado que el niño fue decapitado vivo y recibió numerosas puñaladas en la espalda.

Posteriormente, ambas descuartizaron el cuerpo y trataron de quemarlo en una barbacoa.

Al parecer, tal intento resultó infructuoso, por lo que ambas mujeres introdujeron el cuerpo en una maleta que arrojaron a una alcantarilla, y guardaron las extremidades en dos mochilas que luego tiraron a la basura.

Además de Rhuan Maicon, la pareja vivía con una niña de nueve años, hija de Pessoa, que ha pasado a custodia del Consejo Tutelar.

Las dos mujeres están acusadas de numerosos delitos que, además de asesinato, incluyen tortura y malos tratos por los que podrían ser condenadas a penas de hasta 57 años.

Un móvil incierto

La Policía sospecha que los dos menores vivían recluídos en casa, ya que no acudían al colegio y raramente eran vistos por los vecinos. Igualmente, los agentes han afirmado que los signos de maltrato en ambos menores eran evidentes y que el niño asesinado había sido castrado por su madre un año antes; al respecto, el medio 'Correio Braziliense' afirma que la madre afirmó haberlo hecho "porque el niño había dicho que quería ser una niña".

En la declaración, según 'Folha de S.Paulo', Rosana Auri afirmó que había matado a su hijo porque suponía "un estorbo" para su relación con Kacyla Pryscila ya que le recordaba al padre del niño. Sin embargo, la edición brasileña de 'El País' afirma que la policía cree que el asesinato se produjo a fin de "cortar gastos" después de que el padre del menor cortara la pensión dedicada a sufragar las necesidades del niño.

Por su parte, 'Correio Braziliense', que se hace eco de esta última hipótesis como la principal, cita también dos teorías más.

Una de ellas, que el crimen vendría motivado por el fanatismo religioso de la pareja. Esta idea se vería sustentada por el perfil elaborado por la Policía Civil, en el que se recoge que las dos mujeres se habían conocido en una iglesia evangélica y que en la vivienda se encontraron numerosas imágenes religiosas y páginas de la biblia en las paredes. El diario cita que el delegado policial afirma que "nuestra sospecha es que se basaron en sus propias interpretaciones de la Biblia para cometer el crimen.

La otra sería la venganza contra el padre del menor, ya que la Policía Civil cita que Rosana afirmaba "creer en el Dios del Antiguo Testamento, que era vengativo", así como que el niño había sido concebido fruto de una violación y que sentía "odio y ningún amor" por él.

La hija de Kacyla se encontraba en paradero desconocido

Los diarios brasileños han destacado también que la hija de la pareja de la madre del niño asesinado se encontraba desde hacía cinco años en paradero desconocido, ya que su madre habría huído con ella alejándola de su padre, el funcionario de prisiones Rodrigo Oliveira.  A consecuencia de la trascendencia pública del asesinato, la menor se reunió con su progenitor, del que se espera que obtenga la tutela de la menor cuando se cumplan los trámites pertinentes para ello y se realice un seguimiento del estado psicológico de la menor.

 

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