Feliz por la victoria del Valencia en la Copa del Rey, Tamara Gorro y su marido Ezequiel Garay han protagonizado una de las imágenes más dulces de estos días: un largo beso en el campo. Y, aunque desde hace un tiempo, Tamara vive como si pasease entre las nubes no siempre ha sido así.

Conocimos a Tamara en 2009 como tronista de Mujeres hombres y viceversa. Su abuela Ángela la presentaba a la audiencia para, de paso, conocer de primera mano a los candidatos que iban a pretender a su nieta. Ahí entra en juego el polémico Rafa Mora de quien la joven peluquera de Móstoles se quedó colgada... pero poco más de un mes duró aquello y largos ríos de tinta han corrido después. "Guarra" o "no sabes ni chuparla" son dos de los delicados cumplidos que el policía portuario le dedicó a su ex en uno de tantos platós que han compartido.

Dejando a un lado los memorables rifirafes con Mora, la madrileña se convirtió en un puntal para Mediaset que la fichó como colaboradora de varios programas y más tarde pasó a ser concursante de varios realities.

Al su actual marido, Ezequiel lo conoció en 2010. Por lo visto él, se dedicaba a grabar MHV para ver a Tamara tras los entrenamientos de fútbol. Cuando ella ya trabajaba en Sálvame, el futbolista se tira a la piscina y decide escribirle a la ex Miss Segovia, pero ella no quería quedar porque "no le gustaba físicamente". Se casaron el 24 de junio 2012 en Alcalá de Henares (Madrid) y a la boda acudieron unos 300 invitados entre los que estaban Jéssica Bueno, Kiko Rivera, Sonia Arenas o Chayo Mohedano.

En lo bueno y en lo malo, Tamara y Ezequiel siempre han estado ahí el uno para el otro. Intentaron durante tres duros años ser padres, pero Tamara no conseguía quedarse embarazada apesar de recurrir a la fecundación in vitro 18 veces. La frustración y la impotencia hicieron que la extronista tuviera que someterse a tratamiento psicológico.

Abrumado, el matrimonio decidió recurrir a un vientre de alquiler y viajaron hasta Estados Unidos para poder hacer realidad su deseo de formar una familia. Como con todo, hubo voces a favor y otras que criticaron la decisión del futbolista y la modelo que se ha convertido en una gran abanderada de la gestación subrogada.

¿Por qué no adoptar? Tamara explicó que lo intentó en España, Portugal y Rusia, incluso, con una niña con Síndrome de Down. "La madre no la quiere, la abandona, la niña tiene escasas horas. Hablamos con los abogados y la madre me da la tutela. ¿Y sabes lo qué nos dicen? Que nos pongamos a la cola. Entonces busco dónde estaba esta niña. Y lo único que dijimos es que queríamos hacernos cargo de sus medicamentos, colegios y cuidados hasta que fuera adoptada. ¿Sabes lo qué me dijeron? Que no, por eso es imposible adoptar. Eso es lo que duele", revelaba.

Al tiempo, nacía Shaila en un hospital de Las Vegas hasta donde se desplazó Tamara para estar presente en el parto. Días después, llegó el padre que no pudo viajar en un primer momento por sus compromisos con el club.

Todavía con la resaca de felicidad por su primera hija, Tamara anunciaba en redes sociales que había conseguido quedarse embarazada: "En ocho meses daré vida a una preciosidad que deseo con todas mis fuerzas que sea niño y lleve el nombre de mi ángel: Antonio".

La madrileña quería rendir así homenaje a su mejor amigo que había perdido recientemente y al que consideraba 'artífice' del milagro. "Antonio llevaba a mi lado quince años, se convirtió en el padre que yo nunca tuve. Estoy convencida de que este bebé me lo ha mandado él", explicaba entre lágrimas en Sálvame Deluxe.

La también influencer estaba en Los Ángeles para que le hicieran una transferencia de embriones cuando conoció la dura noticia de la muerte de su amigo. Cuando por fin supo que estaba embarazada no quiso esperar tres meses para anunciarlo. "Creo que os merecéis saber día a día mi estado. Así quiero que sea. Gracias por la paciencia, gracias por cada mensaje, simplemente GRACIAS POR ESTAR", decía a sus seguidores. Probablemente, haya un tercer hijo porque Tamara ha iniciado los trámites para adoptar.

Mientras la familia se amplía o no, Tamara y Ezequiel quisieron volver a sellar su amor con una segunda boda. El telón de fondo fue Maldivas y por segunda vez los dos vistieron de blanco.