Brillaba el sol este lunes sobre la sede de Génova. No era para menos. "El liderazgo de Pablo Casado nunca se ha cuestionado", sostienen fuentes de la dirección. Y ahora, parece que menos. El proyecto del PP se ha reforzado con los buenos resultados, principalmente en Madrid, y ahora la maquinaria para alcanzar pactos ya está funcionando.

Tras la reunión del Comité Ejecutivo Nacional, el propio Casado reivindicó la "recuperación" y celebró que "ha empezado la remontada" como "contrapeso" del Gobierno de Sánchez. "Hoy empieza todo". El objetivo ahora es hacer una oposición fuerte para "poder volver al Gobierno". También se ve reforzado porque no se diera el sorpasso de Ciudadanos pero avisa de que en Génova no se conforman. "Tenemos unos puntos débiles que tenemos que reforzar", siguió, mencionando los casos de corrupción.

"Hoy comenzamos la refundación del centro derecha, conscientes de nuestras debilidades y conscientes de que el ciclo electoral nos permite una recuperación y un plazo ahora sí de cuatro años que nos permite consolidarnos". Eso sí, no compara estos pasos con los dados "hace treinta años". En este sentido, pide responsabilidad tanto a Cs como a Vox, que han "decidido competir" con el PP. "Si no unimos el voto, no habrá victorias electorales".

Tras desgranar los datos conseguidos este 26-M, Casado habló de recuperación del bipartidismo. Reconoce que el resultado en las europeas, aún siendo peor que en 2014, es "bueno" viendo "cómo eran las expectativas". A nivel local, reivindicó que tienen "más mayorías absolutas" que los socialistas y enumeró las Comunidades en las que podrán formar gobiernos.

En un mensaje de autoconvencimiento, el presidente popular cree que ahora se entra en una negociación. "A diferencia de lo que pasó en Andalucía va a ser complicado poder abarcar todas las negociaciones" y consideran que la iniciativa "tiene que se de los candidatos" por lo que la dirección nacional "simplemente acompañará".

De cara a las negociaciones, Casado ha designado una comisión que encargará de negociar los pactos postelectorales, que estará integrada por el secretario general del PP, Teodoro García Egea, el vicesecretario de Organización, Javier Maroto, y la presidenta del PP navarro, Ana Beltrán. Tanto Maroto como Egea ya formaron parte del equipo que negoció los acuerdos en Andalucía.

"Vamos a presentar a todos los candidatos a las investiduras allá donde sumemos". Para Pablo Casado es importante respetar "el orden en el que los españoles nos han posicionado". Habla de discutir programas, medidas, "tal como se hizo en Andalucía". Rememoró que el hecho de que se rechazara su propuesta de que gobierne la lista más votada "no fue apoyada" y por eso ahora no se aplica en sus conversaciones. Sobre el hecho de haber calificado a Vox de extrema derecha, Casado mantiene que "no es algo peyorativo", sino que los de Abascal se sitúan "a la derecha del PP".

Entre los barones, Juanma Moreno se mostró satisfecho con lo conseguido y celebró "haber recuperado buena parte del electorado" y ve posible trasladar el pacto con Cs y con Vox a otros territorios. "Hay un amplio espacio para poder negociar, y hay que hacerlo con sentido", explicó a su llegada a Génova. Eso sí, pide "no peder nunca la personalidad" como partido "de centro derecha".

Alberto Núñez Feijóo, que ya lo había avisado tras el 28-A, achaca los resultados a que han sido capaces de "ensanchar el partido" en solo tres semanas. "Se ha hecho y los resultados han sido mejores", explicó el presidente gallego. Feijóo fue uno de los más críticos con la deriva adquirida antes de las generales, que ahora se ve corregida.

"El partido ha aguantado el tipo en estas elecciones dadas las circunstancias", sostuvo el líder vasco, Alfonso Alonso, quien considera que la moderación "ha funcionado mejor", y ha puesto otra de las claves en dar "más poder territorial" a los líderes y candidatos. En cambio, avisa de que la política "es ahora mucho más compleja" y pide "seguir girando hacia la centralidad".