Seis meses lleva María Dolores de Cospedal apartada del foco mediático. La expresidenta de Castilla-La Mancha, exministra de Defensa y ex secretaria general del PP mantiene un perfil bajo y lejos de los focos después de haber perdido las primarias en su partido —que ganó Pablo Casado— y haber dejado el escaño de diputada después de filtrarse su reunión en 2009 con el excomisario Villarejo.

"Lo hago para liberar al Partido Popular de cualquier ataque (...), para que mi formación se sienta libre de denunciar la situación que vive nuestro país", escribió el pasado noviembre en un comunicado, su último tuit hasta la fecha publicado en la red social.

Según fuentes próximas a ella que cita La Otra Crónica, ella y su marido, el empresario Ignacio López del Hierro, "son un matrimonio unido y discreto, los dos comparten el deseo de abandonar la vida pública".

La filtración de Villarejo afectó a ambos. "Me equivoqué en pedir a mi marido, Ignacio López del Hierro, que me ayudara en una interlocución que no era fácil", contó Cospedal en el comunicado de renuncia. Ella dejó el PP y su marido también se desvinculó de Iberdrola, empresa de la que era consejero, así como de su filial de Ingeniería y Construcción, "por deferencia y respeto a la compañía", aseguran dichas fuentes.

En el aspecto laboral, Cospedal pidió volver a la Abogacía del Estado y empezó a trabajar en la sala quinta del Tribunal Supremo. "La política era algo temporal en su vida, siempre quiso volver. Ha tenido que estudiar mucho para conocer a fondo la nueva legislación, pero está muy feliz y desde el principio ya contesta recursos", aseguran fuentes de su entorno.

Su vida personal no ha cambiado mucho en estos seis meses. Cospedal y su marido viven entre Madrid y Toledo, ciudad donde tienen una casa a las afueras que compraron en 2011. En la capital poseen un piso de 240 metros cuadrados que adquirieron en 2014. El matrimonio, que tiene un hijo en común, veranea en Marbella, donde López del Hierro adquirió en 2006 una vivienda con plaza de garaje.

Desde entonces, apenas se ha dejado ver en algún acto político del PP, partido al que sigue mostrando lealtad. Su última aparición en actos de este tipo fue a principios de mayo, durante la presentación de Dolors Montserrat como cabeza de lista del partido para las elecciones europeas. A nivel social, la semana pasada disfrutaba de uno de los partidos de tenis del Mutua Madrid Open, evento al que acudió junto a su marido y su hijo, Ricardo.

María Dolores de Cospedal no fue la única popular en dejar atrás su carrera política. La exvicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría se apartó de la vida pública tras perder las primarias contra Casado y ha rehecho su carrera laboral trabajando para el bufete de abogados Cuatrecasas, donde lidera y desarrolla la práctica de Corporate Compliance del despacho.