Según publica hoy el diario Levante, Del Valle y su mujer comentaron a sus familiares que estaban desde hace un tiempo residiendo en Pajaroncillo (Cuenca), "en una vivienda que le habían alquilado a una señora de la población, por la que pagaban 135 euros al mes".

También les confesaron que sus escapadas fuera de esta población eran contadas y que únicamente la abandonaban "para ir hasta Cuenca, donde nos dijeron que cobraban todos los meses las dos pagas que reciben por una minusvalía y compraban comida y lo que iban necesitando".

Durmió en casa de su hermana

Del Valle pasó por Utiel en su apresurada huida de la justicia, según publica Levante, recogiendo el testimonio del cuñado de Del Valle, casado con la hermana del acusado.

"Lo recogí porque estaba en la calle", asegura este familiar al citado diario. "Lo hice como lo haría cualquier persona normal, es el hermano de mi mujer." No obstante, hizo hincapié en que en ningún momento "ni éramos ni posteriormente fuimos conocedores de los hechos que presuntamente se le imputan. Estuvo con nosotros durante un día y después se marchó otra vez a Pajaroncillo".

En sus declaraciones al citado diario, los familiares recalcaron que en ningún momento habían tenido conocimiento de las actividades delictivas de Santiago, del que hacía mucho tiempo que no tenían noticias. Esta pareja ha manifestado su intención de mantenerse en el anonimato y que en ningún momento se les relacione con todos estos sucesos, "con los que nada hemos tenido que ver en ningún momento".

Finalmente, insistieron en que que se encuentran "muy apenados" por la situación y que están pasando por unos momentos "muy difíciles".

Urra pide el uso de "inhibidores farmacológicos" con los pederastas

El psicólogo de la Fiscalía de Menores y profesor de ética de la Universidad Complutense de Madrid, Javier Urra, defiende el uso de los "inhibidores farmacológicos" con los pederastas para que conseguir así que el sujeto esté "más contenido", dado que su "reinserción en la sociedad es nula".

Urra calificó de "ladrones del honor" a los pederastas como Santiago del Valle, detenido por el asesinato de Mari Luz, y señaló que hoy en día "la mejor terapia" que existe para estos casos es "la privación de libertad porque la cárcel les hace reflexionar".

"Aparte de esto, cuando salga de la cárcel hay que ponerle una pulsera con un GPS para saber donde está en todo momento con la ayuda de los métodos telemáticos que hay ahora", puntualizó.