Juan Cortés, el abuelo paterno de Mari Luz, aseguraba ayer, acerca del presunto asesino de su nieta:  "Yo no soy Juan José, que es un hombre de paz, soy el abuelo, he criado a esa niña y juro que si lo llego a ver yo antes que mi familia, ese hombre ya estaría bajo tierra y el que paga la condena soy yo, pero lo haría con mucho gusto. Gracias a Dios eso no fue así, pero esa es la única forma de que no vuelva a salir a la calle. De la cárcel se sale, del cementerio no y prefiero que me vengan a traer canastos de comida que ramos de flores".

Hacía estas declaraciones en relación al primer contacto de la familia Cortés con el presunto autor de la muerte de Mari Luz el día de su desaparición, momento en el que él no estuvo presente, aunque aseguraba: "Nadie puede decir que le tocamos siquiera la ropa". No obstante, sentenciaba que sí ha tenido la oportunidad de ver su cara por televisión. "Le he visto y esa cara me la he comido para el día del juicio, la tengo grabada y espero que no se me olvide en la vida".

También relató cómo haciéndose pasar por otra persona se acercó a Rosa, hermana del presunto asesino, para sacarle información. "Yo iba a su casa diciendo que era un amigo de la familia, pero ella tenía la ventaja de que sabía quien era yo y me seguía el juego". "Yo le decía que a ver si vas a pagar tú por algo que no has hecho, pero le estaba encubriendo ".Sí logró hablar con otra hermana que residía en Cartaya, quien le reconoció que Santiago del Valle "violó a su hija y que su madre se puso de parte de él. Ella me lo contó todo y me di cuenta de quién era ese individuo".

Por otro lado, más de cien personas se concentraron en la plaza de la Rosa, donde guardaron cinco minutos de silencio que se rompió con un aplauso. Después lanzaron repetitivos mensajes como "Queremos justicia", "es un asesino, no está loco", "que lo maten", "que se lo den al pueblo". La intensidad de las palabras iba creciendo y hasta pedían que lo pusieran "en la silla eléctrica".

CONSULTA AQUÍ MÁS NOTICIAS DE HUELVA.