Macron bajará los impuestos y subirá las pensiones en respuesta a las protestas de los chalecos amarillos

El presidente francés, Emmanuel Macron.
El presidente francés, Emmanuel Macron.
EFE / Ian Langsdon
El presidente francés, Emmanuel Macron.

El presidente francés, Emmanuel Macron, ha confirmado este jueves que prevé bajar en unos 5.000 millones de euros el impuesto sobre la renta, al tiempo que pretende vincular las pensiones más bajas con la inflación, en respuesta a las protestas desatadas por el movimiento de los chalecos amarillos.

Después de dos meses de gran debate nacional, en el que los franceses han podido opinar sobre la situación del país y manifestar su malestar, el presidente presentó en una rueda de prensa un conjunto de medidas elaborada a partir del sentir de los ciudadanos.

En su intervención, Macron defendió la necesidad de "trabajar más" para compensar el descenso de impuestos y la reducción del gasto público que busca su Gobierno.

También enumeró otros objetivos para el resto del mandato, como una reforma constitucional que permita una descentralización "diferenciada", la reducción del número de parlamentarios y la introducción de un porcentaje de proporcionalidad en la Cámara Baja.

Reducción de impuestos

"En torno a 5.000 millones, pienso que estaría bien", dijo sobre la reducción que desea en el impuesto sobre la renta, aunque dejó en manos de su Gobierno precisar el montante, y añadió que esta bajada se financiará en parte con el fin de algunas exenciones fiscales que benefician a las empresas.

Respecto a las pensiones, la intención de Macron es que el mínimo para las contributivas quede por encima de los mil euros. Además, abogó por alargar el periodo de cotización para los trabajadores, aunque no por retrasar la edad legal de jubilación.

Reforma constitucional

Otras de las propuestas que citó Macron fueron una reforma constitucional, que implique una descentralización "diferenciada" y suponga la reducción del número de parlamentarios y la introducción de un porcentaje de proporcionalidad en la Cámara Baja.

Asimismo, se mostró favorable a la supresión de la Escuela Nacional de Administración, que es considerada el vivero de las elites del país, una de las medidas más polémicas de las que desgranó en su comparecencia y que tenía previsto anunciar el pasado 15 de abril en un discurso cancelado por el incendio de la catedral de Notre Dame.

Las principales medidas anunciadas este jueves ya habían sido filtradas por los medios franceses tras la anulación del discurso televisado, que finalmente no tuvo lugar.

Cambios rápidos y radicales

Macron comenzó su intervención haciendo una reflexión. "¿Qué pasó desde el mes de octubre pasado en nuestro país?". Una pregunta a la que se respondía él mismo al mencionar los deseos de sus conciudadanos de que "las cosas cambien más rápido, más radicalmente y que el pueblo francés pueda tener su parte de progreso".

En Twitter, ya se había referido al "sentimiento de injusticia social, fiscal y territorial" de los franceses, que exigen una respuestas a todas sus protestas.

En esta misma red, Macron hacía autocrítica y reconocía que debía cambiar la democracia, la organización y la administración, para acabar con el sentimiento de abandono de la ciudadanía, de la falta de consideración y de confianza en las élites.

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