El estruendo de miles de tambores sonando al unísono ha emocionado a Ana Belén, encargada del toque inicial de la rompida de la hora de este Viernes Santo en Calanda, la localidad turolense que Luis Buñuel inmortalizó a través del cine.

Junto al presidente de Aragón, Javier Lambán, al actriz, vestida con la túnica morada que identifica a los cofrades, ha marcado el ritmo en el gran bombo durante tres minutos, al término de los cuales ha abandonado el lugar conteniendo lágrimas de emoción.

La cantante ha destacado la bienvenida que esta tierra da "a la gente que nos dedicamos al cine" y aunque conocía la tradición precisamente a través de este arte y por la impresión que ha causado a otras personalidades que le han precedido, ha confesado que no lo había vivido en persona".

Ana Belén estaba segura de que este acto iba a ser "la bomba" tras el "aperitivo" que vivió anoche con un comienzo de procesión "apasionante".

Para la artista, se trata de una tradición con un componente "muy místico, que va más allá de la religión" y le ha llamado la atención el "emborrachamiento" que se produce a través de un medio "tan físico" como es el tambor, al tiempo que ha subrayado la importancia de "preservar, cuidar, potenciar" estas tradiciones, pero para que no se queden "como algo arcaico".

El presidente de Aragón ha expresado su alegría por la presencia de Ana Belén, "una mujer que canta e interpreta como los ángeles", protagonista de una carrera artística "absolutamente insuperable" y a la que "solo le ha faltado rodar una película a las órdenes de Luis Buñuel, de la que hubiera sido una intérprete fascinante".

Para el presidente de Aragón "lo que se vive aquí" es algo que "conmueve" a "cualquier aragonés y persona con una mediana sensibilidad y cierto sentido de la historia".

Ha destacado que Calanda "está ligada de forma irreversible" a la figura del cineasta y a la ruta del tambor, que este año ha sido declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.