"Dos policías me dieron el alto y me propinaron una paliza"

  • Un hombre ha denunciado que le metieron en un cuarto y le pegaron.
  • Está acusado de negativa a realizar el control de alcoholemia.
  • Lo ha denunciado, porque desde entonces "no puede trabajar".
L. J. sentado en su vehículo y con el parte de lesiones en la mano (FOTO: J. PARÍS)
L. J. sentado en su vehículo y con el parte de lesiones en la mano (FOTO: J. PARÍS)
JORGE PARÍS
L. J. sentado en su vehículo y con el parte de lesiones en la mano (FOTO: J. PARÍS)

Chichones, moratones, hinchazón en las muñecas y una baja laboral. Nada hacía sospechar a L. J., un vecino de Pinto de 37 años (en la foto, tapándose la cara), que el jueves pasado, cuando salió con su quad, acabaría en un cuarto esposado y presuntamente agredido por dos agentes de la Policía Local. El Ayuntamiento de Pinto y el cuerpo policial no se pronuncian sobre el incidente.

La pesadilla comenzó cuando fue interceptado por la Policía Local mientras paseaba a un amigo en su quad cerca de la estación de Pinto. Le comentaron que había excedido el límite de velocidad y que le debían hacer el control de alcoholemia, explica L. J. en una carta enviada a 20minutos."Eran las seis de la tarde y sólo me había

tomado dos cervezas mientras comía a la una. No me importaba hacerme el control", asegura L. J., "pero me sentí muy indignado, porque yo no conducía rápido, decían que iba a
65 km/h sin probarlo".

Así que L. J. pidió a los agentes que se quitaran las gafas de sol antes de hacer la prueba "para reconocerles y poder identificarles si acaba teniendo algún problema", afirma el denunciante. Los policías se negaron, y tras dejar a su amigo libre, le introdujeron en un coche patrulla y le llevaron al ambulatorio de la localidad.

Patadas y cabezazos

L. J. pensaba que allí dentro le iban a realizar un control de alcoholemia en sangre, "pero nunca me lo hicieron. Dos agentes me metieron en un cuarto y me dieron una paliza, propinándome patadas y dándome cabezazos contra la pared. Estuve cuatro horas esposado, y acabé con chichones, moratones y con las manos hinchadas. No he podido ir a trabajar desde entonces", explica.

Después volvió a su casa. "No pensaba denunciarles. Sólo quería olvidarme de lo mal que lo había pasado", dice L. J. "pero cuando mi novia vio los golpes me llevó al médico a que me hiciera un parte de lesiones y poder denunciarles, cosa que ya he hecho ante la Guardia Civil". Hoy, de momento, L. J. irá como acusado a un juicio por supuesta negativa a realizar el control de alcoholemia.

El Ayuntamiento calla hasta el juicio

Hoy se realiza un juicio rápido contra L. J. por supuesto delito contra la seguridad vial por su presunta negativa a realizar las pruebas reglamentarias de acoholemia. Ni el Ayuntamiento de Pinto ni la Policía Local quisieron hacer declaraciones a este periódico sobre la denuncia del hombre, "por lo menos hasta que termine el juicio", aunque insistieron en que la acusación del vecino no les parece creíble.

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