Las autoridades de Estados Unidos denegaron finalmente este jueves la entrada al país a la abogada valenciana María José Carrascosa, y la devolvieron en un vuelo a Londres, ciudad donde reside y que fue el punto de origen del viaje junto a su hija Victoria, según informaron fuentes conocedoras del caso consultadas por Efe.

La abogada fue embarcada junto a su hija en un vuelo de Biritish Airways con salida a las 18:30 horas (hora local), tras pasar cerca 24 horas retenida por las autoridades locales en el aeropuerto John Fitzgerald Kennedy de Nueva York, por "problemas en su documentación".

Carrascosa había regresado a España en el verano de 2017 tras pasar  casi nueve años en prisión en EE UU y dos en libertad provisional por un conflicto relacionado con la custodia de su hija. En concreto, por secuestrar a su hija y sacarla de ese país tras una denuncia de su exmarido.

Un tribunal español le otorgó a ella la custodia de su hija Victoria, pero otro estadounidense se la dio al padre, Peter Innes.

En noviembre de 2006, un año después de llevarse a la niña a España, Carrascosa fue detenida durante una estancia en EE UU, y en 2009 fue condenada a 14 años de prisión acusada de desacato y secuestro. Finalmente logró la libertad provisional en 2015 pero no pudo regresar a España hasta dos años más tarde.

El cónsul general de España en Nueva York, Rafael Conde de Saro, se trasladó a primera hora al aeropuerto de Nueva York por si se precisaba asistencia consular, informó el Ministerio de Asuntos Exteriores, y estuvo en todo momento apoyando a la familia.

Fuentes conocedoras del caso apuntaron que las autoridades estadounidenses decidieron "denegar la entrada" de Carrascosa por una "contradicción en la documentación".

Precisamente, la hija de José Carrascosa, Victoria, quien sí que llegó a pasar la frontera, relató a Antena 3 que al ser retenida su madre la policía alegó "falta de documentación".

María José Carrascosa "empezó a llorar en ese momento y no sabía cómo calmarla", explicó su hija, que tuvo que quedarse a dormir en la terminal del JFK con una almohada y una manta que le facilitó la policía de aduanas, en una situación que le "impactó mucho".

Un portavoz de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en sus siglas en inglés) se limitó a comentar sobre el caso, requerido por Efe, que los servicios fronterizos tratan a "todos los viajeros internacionales con integridad, respeto y profesionalidad, manteniendo los más altos estándares de seguridad".

El CBP es la agencia encargada de determinar la admisibilidad de los extranjeros en los puertos de entrada a Estados Unidos. Por cuestiones de privacidad, el CBP no puede revelar datos de casos individuales de viajeros internacionales.

El portavoz consultado sí recordó que "los solicitantes de admisión deben demostrar que son claramente elegibles para ingresar a los Estados Unidos. Para demostrar que son admisibles, el solicitante debe superar todos los motivos de inadmisibilidad", que son más de 60, incluidos los relacionados con la salud, la criminalidad, la seguridad, violaciones de inmigración o requisitos de documentación y motivos diversos.