Ana Guerra se ha dado por enterada. Tras publicar una inocente fotografía junto a un piano blanco, la cantante no dejó de recibir burlas y hasta insultos en redes sociales por un detalle que para algunos era crucial: la tapa del instrumento estaba cerrada.

En la fotografía, se veía a la extriunfita, de espaldas a la cámara pero con un hermoso vestido blanco, y rodeada de un ambiente bucólico y casi paradisíaco, sentada sobre una banqueta y frente al pianoforte con las teclas ocultas.

La canaria, harta de ser el hazmerreír de los usuarios, ha querido poner fin a la inane polémica por un despiste que en teoría no tenía por qué haber provocado ni tanta broma ni, por supuesto, tanta ira absurda.

Guerra, que es amante de los memes que de ella se hacen e incluso los pide, ha querido en esta ocasión zanjar de una vez la cuestión de la única forma posible: con una nueva publicación. Esta, que consta de dos instantáneas, faltaría más, también ha sido subida a Instagram.

Por lo que se puede interpretar de ellas, las nuevas fotografías se hicieron el mismo día que aquella que comenzó la polémica, aunque, en este caso, con diversos cambios.

El principal, no cabe duda, es que la tapa está alzada y se ve cómo la cantante de Bajito está componiendo o tocando alguna de sus canciones. Amén, claro, de que quien realiza las instantáneas (¿Miguel Ángel Muñoz, quizá?) se colocó en el lateral del instrumento y le pidió a la artista que posara sonriente.

#Eleganza y #Conunasonrisa son los hashtag que acompañan a la publicación junto al emoticono de nerd face y que, si bien el primero ya es una de sus señas de identidad, el segundo, que viene repitiendo en casi todos sus últimos posts, es el título de un libro que próximamente será editado y que, por cierto, también ha generado polémica en las redes sociales.