Al hablar del término colonia se suele relacionar con territorios antiguos, como las colonias en América del Imperio Español o las africanas de los países europeos, pero la realidad es que aún existen muchas.

Aunque la mayoría de ellas han conseguido la independencia, aún existe una serie de regiones dependientes de otros países.

La palabra colonia hace referencia a un término económico y político que se le aplica a una población que se encuentra bajo el gobierno o administración de otro país, el cual recibe el nombre de metrópoli. La colonia no tiene autonomía y está bajo la soberanía de la metrópolis.

Este término fue muy importante en siglos anteriores, ya que gran parte de los países africanos y americanos han sido colonias de otros estados, cambiando esto tras las guerras de independencia americanas y tras las decisiones de las Naciones Unidas después de la II Guerra Mundial.

Actualmente existen 17 colonias, según el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas. De estas 17, más de la mitad pertenecen a Reino Unido, ya que mantienen algunas de las regiones de la época del Imperio británico. Las 10 colonias de Reino Unido son Anguila, Bermudas, Gibraltar, Islas Caimán, Islas Malvinas, Islas Turcas y Caicos, Islas Vírgenes Británicas, Montserrat, Pitcairn y Santa Helena.

El resto de colonias del mundo están más repartidas entre diferentes países. De estos es EE UU el que tiene el mayor número de colonias, las cuales son Guam, Islas Vírgenes de los Estados Unidos y Samoa Americana.

El otro país con colonias es Francia, la cual posee dos territorios, los cuales son Nueva Caledonia y la Polinesia Francesa.

Los territorios transferidos son regiones transferidas entre países, pero que las Naciones Unidas no dan como válidas estas transferencias. Estas dos colonias son Sahara Occidental y Tokelau.

*El 26 de febrero de 1976, España comunicó al Secretario General que a partir de dicha fecha daba por terminada su presencia en el Territorio del Sáhara y que estimaba necesario hacer constar lo siguiente: España se consideraba a partir de ese momento exenta de toda responsabilidad de carácter internacional en relación con la administración del Territorio, en vista de que había cesado su participación en la administración temporal establecida para el Territorio. En 1990 la Asamblea General reafirmó que la cuestión del Sáhara Occidental era un problema de descolonización que debía ser resuelto por el pueblo del Sáhara Occidental.