Las autoridades italianas informaron hoy de que la niña que permanece en un centro de acogida de la ciudad de Nápoles no es Mari Luz Cortés, desaparecida en Huelva el 13 de enero, según informaron fuentes de la embajada española en Roma.

Las autoridades españolas en Roma pidieron a las italianas que verificaran si, a través de una fotografía, había algún parecido entre la pequeña de Nápoles y Mari Luz Cortés. La respuesta recibida es que los rasgos faciales de la pequeña de Huelva "no correspondían" con los de la niña encontrada en Nápoles, agregaron las fuentes.

El padre de la pequeña onubense ha cogido un avión a las 14 horas para comprobar en persona la información. Aún así, López Garzón ha pedido "prudencia", porque no ha podido confirmar que la pequeña encontrada en Italia sea Mari Luz. La investigación se puso en marcha cuando un empresario español de origen italiano y residente en Cataluña fue alertado por su madre, que vive en Italia, de que en Nápoles se había producido en hallazgo de una niña no mayor de cinco años y cuyo origen e identidad eran desconocidos.

Un empresario dio el aviso

El empresario se puso en contacto con la familia de Mari Luz y esto determinó que la Embajada en Italia iniciara investigaciones y que las autoridades españolas hayan enviado un dossier sobre el caso a Interpol para que confirmara si la niña es o no Mari Luz.

El padre de Mari Luz, que cree que alguien ha secuestrado a la pequeña, va a partir de forma inmediata hacia Nápoles, tal y como ha comentado López Garzón, que ha asegurado que mantiene numerosas comunicaciones con la familia de la niña.

Mes y medio sin la pequeña

Precisamente, este jueves se cumple un mes y medio de la desaparición de Mari Luz en la barriada de El Torrejón de Huelva; fue el domingo 13 de enero, cuando abandonó su casa para ir a comprar a un quiosco cercano sobre las 17 horas. En todo este tiempo, la familia ha rechazado una campaña conjunta con los padres de Maddie McCain, aunque el padre de ésta se hizo eco del caso de Mari Luz en su blog.

Desde entonces, ni las batidas realizadas en Huelva capital y en municipios de la provincia ni la investigación policial ha arrojado ninguna pista clara sobre su paradero, más allá de falsas llamadas que pedían dinero por su rescate.