Tanta Europa
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El Gobierno reconocerá este lunes explícitamente a Guaidó tras acabar el plazo de Pedro Sánchez a Maduro

España reconocerá formalmente al autoproclamado presidente de Venezuela, Juan Guaidó.
España reconocerá formalmente al autoproclamado presidente de Venezuela, Juan Guaidó.
EUROPA PRESS
España reconocerá formalmente al autoproclamado presidente de Venezuela, Juan Guaidó.

El Gobierno se prepara a dar este lunes un paso que supondrá un "reconocimiento explícito" de Juan Guaidó como presidente de Venezuela, después del reconocimiento "de facto" que en La Moncloa se considera que ya dio el presidente, Pedro Sánchez, en la declaración del sábado de la semana pasada en la que dio ocho días a Nicolás Maduro para celebrar elecciones.

Presidencia del Gobierno y el Ministerio de Asuntos Exteriores serán los responsables del "hecho de reconocimiento explícito" con el que España pasará de considerar a Maduro presidente de Venezuela a trasladar esa denominación al presidente de la Asamblea Nacional.

A partir de este lunes el Gobierno ya tendrá resuelto el dilema que hace días se le planteaba en una rueda de prensa al ministro de Exteriores, Josep Borrell, de a quién llamaría España para hablar con el presidente de Venezuela, a Maduro o a Guaidó, pero la articulación del reconocimiento expreso de este segundo seguía siendo un tema "extremadamente complicado" apenas unos días antes.

Los detalles de en qué consistirá el "hecho de reconocimiento explícito" que hará este lunes el Gobierno se desconocen, así como la manera en la que se plasmará y qué consecuencias tendrá.

Por ejemplo, el Gobierno mantiene la discreción en cuestiones como qué pasará con el actual embajador venezolano en España, Mario Isea, o si el Gobierno tiene previsto reconocer como tal a la persona a la que designe Guaidó para ser su representante encargado ante España, tal y como en los últimos días ha hecho en diez países americanos.

Aspectos formales aparte, para el Gobierno las dos principales preocupaciones tienen que ver con cómo contribuir a la estabilización de la situación en Venezuela de ahora en adelante y también por el bienestar de las decenas de miles de españoles que residen en Venezuela, de los que 35.000 han abandonado el país en las últimas semansas, según los datos que maneja el Gobierno.

Sobre cómo solucionar la crisis económica, política y económica de Venezuela, España, como toda la UE, es consciente de que no podrá lograrse sin tener en cuenta a Maduro y el sector que sigue apoyándolo. Por eso, en su posición común, los 28 Estados miembros apostaron por la creación de un "grupo internacional de contacto", que incluya a los dos sectores venezolanos y a los países de la región.

Sánchez fue emisario de esta idea en el viaje que realizó la semana pasada a República Dominicana y a México, donde propuso a su nuevo presidente, Andrés Manuel López Obrador, que se una a esta iniciativa. No tuvo éxito, porque López Obrador se mantiene en su posición junto a Uruguya de crear una mesa de diálogo con las dos partes en Venezuela, una fase que para España ya no cabe en la actual situación.

Maquinaria europea

Con el reconocimiento este lunes de Guaidó como presidente legítimo de Venezuela termina una semana que sirvió para desplegar una estrategia diplomática en la UE en la que tanto el Gobierno como el PSOE aseguran que Sánchez ha "liderado" el proceso.

Desde que el pasado 23 de enero Juan Guaidó se autoproclamó presidente legítimo de Venezuela, el PP y Ciudadanos han venido exigiendo al Gobierno su reconocimiento inmediato. Para estos dos partidos no hacerlo demostraba que Sánchez apoyaba a Maduro y estaba plegado a las exigencias de Podemos. Dar ocho días a Maduro para convocar elecciones era dar oxígeno a un político al que Sánchez llegó a calificar esta semana de "tirano" en una reunión de la Internacional Socialista en Santo Domingo.

En todos estos días, el PP ha preferido ignorar que también Francia, Alemania o Reino Unido se unieron al ultimatum a Maduro y ha acusado a Sánchez de situarse al margen de las democracias occidentales. Para Ciudadanos, el reconocimiento explícito que se hará este lunes es una "rectificación" por parte del Gobierno.

Las críticas a Sánchez desde la izquierda española no han sido mucho más amables. Para Podemos e IU, el últimatum a Maduro que expira este domingo –y que el Gobierno nunca pensó que fuera a tener efecto- supone que España se alinea con los países promotores de los consideran un golpe de Estado, capitaneados por Estados Unidos. Mucho más el reconocimiento de Guaidó que se hará efectivo este lunes.

En este escenario, fuentes gubernamentales destacan que la semana que termina este domingo ha sido crucial para "movilizar la maquinaria europea" y que ha sido necesaria para alumbrar una posición europe. Borrell ya advirtió esta semana que España no quiere "un cambio de régimen" en Venezuela, sino que los venezolanos voten en unas elecciones libres y conforme a los estándares internacionales. Fuentes socialistas indican además el escaso éxito que habría tenido en la UE llegar con una propuesta para reconocer a Guaidó sin más.

Marcar los tiempos en la UE

La portavoz del PSOE en el Parlamento Europeo, Iratxe García, replicaba hace unos días a las críticas de PP y Ciudadanos por no ir más rápido reprochándoles que decir eso es no conocer "cómo funciona la política europea, la internacional y la diplomacia". Quien lo sabe, añadió, "sabe que es fundamental marcar los tiempos".

Así, el primer paso que dio el Gobierno fue en la reunión del viernes de la semana pasada de los embajadores de la UE en el Consejo de Política y Seguridad (COPS), después de la cual hubo que esperar hasta el día siguiente para que los 28 consensuaran una posición común que instaba a Maduro a convocar elecciones en "pocos días" porque de lo contrario la UE tomaría otras medidas, entre ellas, el reconocimiento de Guaidó.

Aunque las posiciones comunes exigen unanimiad, la política exterior sigue en manos de cada país de la UE y España enseguida manifestó su intención de ir más allá. Antes de que la Alta Representante de laUE, Federica Mogherini, difundiera la posición común de la UE, el sábado por la mañana Sánchez compareció en La Moncloa para dar ocho días a Maduro para que convocara elecciones antes de que España reconociera a Guaidó. El plazo expira este lunes.

Ese día Francia, Reino Unido, Portugal o Alemania se pronunciaron en ese mismo sentido y trazaron una línea entre los países de la UE que querían ir más allá y los que no tanto. Unos días después, el Parlamento Europeo se convirtió en la primera institución comunitaria que reconoce a Guaidó, cuando votó abrumadoramente a favor del reconocimiento del presidente de la Asamblea Nacional como presidente de Venezuela, con el voto a favor de eurodiputados del PP, PSOE y Ciudadanos.

Durante la sesión de la Eurocámara, su presidente, el conservador italiano Antonio Tajani, lamentó la "falta de coraje" que demostraron países menos dispuestos a reconocer a Guaidó. El viernes pasado el vicepresidente de la Comisión Europea y candidato de los socialistas europeos para presidirla después de las elecciones de mayo, el holandés Frans Timmermans, dijo en Madrid que "lo que importa no es el proceso, sino el resultado".

Presiones de Estados Unidos

Timmermans subrayó también la importancia de que la UE haya permanecido "unida" sobre Venezuela, aunque países como España hayan ido más lejos que otros.

El vicepresidente defendió el enfoque "paso a paso", uno más "inteligente" y distinto al que dio Estados Unidos, implicado en los acontecimientos que se precipitaron con la autoproclamación de Guaidó el 23 de enero, de los que Timmermans no quiso detallar si la UE no los conoció o simplemente no los quiso seguir.

Además, los 28 se han mostrado imperturbables ante las presiones de Estados Unidos. Primero, para que  los 28 se unieran al reconocimiento inmediato de Guaidó. Más recientemente, para que, una vez reconocido, rompan todo contacto con el sector de Maduro para abordar la etapa que se abrirá a continuación.

Oficialmente, al Gobierno español no le constan las presiones de Estados Unidos, según afirmó su portavoz, Isabel Celáa, en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros del viernes pasado.

Más a las bravas, Timmermansa sacó pecho de la "inteligente" postura europea, que decidió no hacer seguidismo de ningu no de los dos bloques, de Estados Unidos por un lado y China y Rusia por el otro.

"Es la primera vez que hay un presidente americano que piensa que una UE dividida interesa a sus intereses, por eso Europa tenía que mantenerse por su propio pie", indicó Timmermans, que reconoció que "claro que Estados Unidos tiene derecho a presionar a laU E, pero la UE tiene el derecho de tener su propio enfoque".

Eso no quita para que, como también dijo Sanchez ante los partidos socialdemócratas de la Internacional Socialista, Timmermans advirtiera también de "no cometer el error de considerar que Maduro es de izquierdas". "Un autócrata es un autócrata, no es de derechas ni de izquierdas".

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