Dos falsos médicos, detenidos por ejercer la medicina estética

  • La Comisaría Provincial de Málaga cree que podría haber cientos de afectados por las prácticas de esta clínica.
Agente policía nacional málaga coche CNP recursos detención atención
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Dos falsos médicos, un hombre y una mujer de 74 años, han sido detenidos por la Policía Nacional  por ejercer durante años la medicina estética sin titulación en una clínica en Málaga.

Los falsos facultativos supuestamente realizaban tratamientos con toxina botulínica (bótox) y ácido hialurónico pese a no cumplir los requisitos legales ni poseer titulación para ello y, hasta el momento, ya se han recibido media docena de denuncias y se cree que podría haber centenares de afectados, según ha informado hoy la Comisaría Provincial de Málaga.

Además, la clínica carecía del preceptivo depósito de medicamentos regulado por el Servicio de Inspección de Farmacia de la Consejería de Salud, por lo que no podía albergar los medicamentos que se hallaron en ella.

Los investigados han sido detenidos, acusados de delitos de estafa, intrusismo profesional y contra la salud pública.

Las pesquisas comenzaron tras la denuncia de una asociación de medicina estética, y durante la investigación los agentes confirmaron que ninguno de los investigados era médico y no estaban facultados para inyectar las sustancias intervenidas, pese a que realizaban dichas prácticas al menos desde el año 2000.

La mujer era la encargada de prescribir a los clientes el tratamiento, indicarles los pasos que debían seguir y marcarles los puntos en los que les sería administrada la sustancia, mientras el hombre era quien inyectaba el producto.

Una de las perjudicadas tuvo que ser derivada de urgencia a un especialista en cirugía estética para la retirada de la silicona líquida (sustancia prohibida en seres humanos) que le había sido inyectada en la clínica investigada.

La silicona le había sido administrada en lugar de ácido hialurónico, que era lo que le dijeron que le iban a poner y por lo que había pagado.

Además, según las pesquisas, los investigados insistían en que el pago de los tratamientos debían hacerlo en efectivo y no entregaban a sus clientes ningún tipo de justificante de pago.

Sólo en una ocasión los sospechosos permitieron a una clienta abonar parte del tratamiento con tarjeta y le emitieron un justificante que contenía datos de una empresa con sede en Castelldefels (Barcelona) dedicada a otra actividad comercial, en concreto a los estudios de mercado.

En el registro de la clínica se intervinieron cientos de útiles sanitarios, como jeringas desechables de diversos tamaños y capacidades, agujas intradérmicas, equipos de plasma, agujas y cánulas de distintos tamaños y marcas, además de numerosas fármacos y sustancias conteniendo toxina botulínica y ácido hialurónico.

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