El Juzgado de lo contencioso administrativo número 1 de Segovia no tomará medidas cautelares para impedir la colocación, en una calle de Segovia, de una escultura del diablillo que —según la leyenda— levantó el acueducto romano en una sola noche.

Según han informado fuentes municipales, el juzgado desatiende la demanda de la asociación católica San Miguel y San Frutos, ofendida por la colocación de esta figura, y condena a esta entidad a pagar hasta 500 euros en concepto de costas del procedimiento judicial.

Por otro lado, aún queda que se resuelva la denuncia contra el acuerdo de la Junta de Gobierno Local, de 24 de octubre de 2018, por el que aceptaron la donación realizada por el escultor José Antonio Abella, autor de este diablillo, que lleva un móvil en su mano y va sentado sobre un sillar, con una altura de 1, metros.

Durante la mañana de este jueves, representantes de la asociación denunciante y de enraizados.org no han podido presentar en el Ayuntamiento las 12.500 firmas recogidas contra la colocación de la escultura —entre ambas entidades— por no llevarlas en formato electrónico, por lo que las han presentado en el registro de la Subdelegación del Gobierno de Segovia.

La asociación católica presentó el recurso basándose en varios argumentos: el diablillo "hiere sus sentimientos religiosos" y va en contra de los valores cristianos; la escultura no respetaría ni las normas de contratación ni tampoco el Plan Especial de Áreas Históricas de Segovia (PEAHIS); y, finalmente, por el riesgo que conlleva colocar en esa calle la obra escultórica, dado que el pretil conecta con un desnivel de 11 metros de altura y es una zona de elevado tránsito peatonal.

Por otro lado, la Comisión Territorial de Patrimonio, que autoriza la instalación y que ha señalado que no hay base legal para oponerse a la colocación del diablillo, ha indicado que la estatua elegida "no es la más adecuada para representar a la ciudad ni a los valores del monumeto al que se pretende vincular".