El hospital infantil Vall d'Hebron y el hospital Sant Joan de Déu han hecho 53 trasplantes pediátricos durante el 2018, la cifra más alta en un año hasta la fecha. 25 han sido de riñón, 15 de hígado, 8 de corazón y cinco de pulmón.

Estos dos hospitales son los dos centros autorizados para realizar este tipo de operaciones infantiles en Cataluña. La técnica del split, usada en intervenciones hepáticas, ha permitido realizar dos trasplantes con un solo hígado, y es una de las razones de este aumento de actividad.

Vall d'Hebron ha hecho 42 operaciones y Sant Joan de Déu las 11 restantes, llegando a los primeros 100 trasplantes renales infantiles desde que comenzaron estas intervenciones en el año 2001.

Casi uno de cada tres menores del Estado con esta necesidad habrá sido trasplantado en uno de los dos centros catalanes autorizados. Estas 53 intervenciones de este año han sido posibles gracias a los órganos de 12 donantes vivos de riñón e hígado y a 28 donantes de cadáver.

A parte del récord global, también alcanzarán la máxima actividad en un año el programa de trasplante cardiaco de Vall d'Hebron, con ocho, y el renal de Sant Joan de Déu, que ha hecho 11 intervenciones.

En este último caso, el incremento de operaciones se debe en gran medida a la puesta en marcha de la nueva UCI pediátrica, que permite detectar más donantes y más receptores derivados de otros hospitales, según apunta el doctor Álvaro Madrid, jefe del Servicio de Nefrología del Hospital Sant Joan de Déu.

Otra explicación de este aumento es la utilización de la técnica del split. El doctor Ramón Charco, jefe del Servei de Cirurgia Hepatobiliopancreàtica i Transplantaments de Vall d'Hebron, explica que esta técnica consiste en dividir el hígado del donante en dos partes para obtener dos injertos completamente funcionales que van a dos receptores, habitualmente uno pediátrico y otro adulto.

La división de un hígado que proviene de un donante pediátrico es un procedimiento quirúrgico reservado para casos excepcionales, que requiere un alto nivel de experiencia y tan solo al alcance de un reducido grupo de hospitales.

Uno de ellos, el hospital Vall d'Hebron, ha vuelto a poner en práctica esta técnica después de años de no usarla. Fue en julio, cuando se hicieron públicos los trasplantes pediátricos de dos niñas, Roma y Naroa, y desde entonces ya ha practicado dos trasplantes más de este tipo, lo que supone poder trasplantar a cuatro receptores: dos infantiles y dos adultos.

En todos los casos, el hígado se dividió en dos partes en un procedimiento de gran dificultad, ya que las dos unidades, así como las venas y las arterias, han de funcionar perfectamente.

El trasplante infantil se inicia en Cataluña en 1981, con el primer trasplante renal realizado en el hospital infantil de Vall d'Hebron, que fue pionero en el Estado. Desde entonces se han hecho 954 intervenciones. De estas, la mayoría son de riñón (493) y de hígado (342) y en menor medida de pulmón (69) y de corazón (50).

854 de estos trasplantes se han hecho a través de cuatro programas de Vall d'Hebron (trasplante renal, hepático, cardiaco y pulmonar) y los 100 restantes, mediante el programa de trasplante renal de Sant Joan de Déu. Los dos centros pediátricos están considerados como centros de referencia por el Sistema Nacional de Salud español.

El programa pediátrico de trasplante hepático de Vall d'Hebron también fue el primero del Estado que comenzó a funcionar y que usó la técnica del split.

En estos años los receptores de menor edad de cada órgano tenían 21 días en el caso del trasplante de riñón, 16 días en el de hígado, tres meses en el de corazón y cuatro meses en el de pulmón.