Cataluña tiene 2.195 kilómetros de carreteras con riesgo alto o muy alto de sufrir un accidente grave o mortal, según el RACC

Agentes de los Mossos d'Esquadra intervienen en un siniestro de tráfico.
Agentes de los Mossos d'Esquadra intervienen en un siniestro de tráfico.
Oriol Bosch/ACN
Agentes de los Mossos d'Esquadra intervienen en un siniestro de tráfico.

Cataluña tiene 2.195 kilómetros de carreteras con un riesgo alto o muy alto de sufrir un accidente grave o mortal, según un informe de evaluación y riesgo de accidentalidad de las carreteras del RACC.

El estudio EuroRap apunta a que el riesgo de tener un accidente en ua carretera convencional es cuatro veces superior que en una autopista o autovía y que en el 43% de los accidentes con muertos y heridos graves han estado involucradas motocicletas.

Además, alerta de que los accidentes de moto han aumentado un 45% desde 2013. Según el informe, Lleida es la demarcación con más kilómetros de carreteras con riesgo alto o muy alto de accidente grave o mortal y el tramo BP-1417 entre Barcelona y Sant Cugat es el que tiene el riesgo de accidentalidad más alto de Cataluña por tercer año consecutivo.

A pesar de que el porcentaje de la red con un riesgo alto o muy alto de accidente grave o mortal es el más alto de los últimos seis años, el informe también apunta a que los kilómetros con riesgo bajo o muy bajo han aumentado del 39% al 47% en los últimos ocho trienios. Con todo y con eso, el RACC avisa que esta cifra se ha estabilizado en los últimos años.

El estudio, que analiza los 6.362 kilómetros de la red viaria en la que circulan el 91% de los vehículos y donde se producen el 80% de los accidentes con muertos y heridos graves, indica que ha habido un estancamiento en lo relativo a la reducción de víctimas mortales en las carreteras, un hecho que pone en peligro que se alcance el objetivo de la Unión Europea para 2020 de reducir las víctimas en un 50% respecto a 2010.

Lleida es la demarcación con mayor porcentaje de carreteras con riesgo alto o muy alto de sufrir un accidente grave o muy grave, seguida de Barcelona, Girona y Tarragona en la última posición. La carretera de la Arrabassada (BP-1417) entre Barcelona y Sant Cugat es el tramo con más riesgo de accidente de Cataluña por tercer año consecutivo.

Destacan los accidentes de moto, que representan el 73% en este tramo. En cambio, la C-16 entre Sant Cugat y Terrassa es el tramo con menos riesgo de accidente de Cataluña.

Los 10 tramos con mayor peligrosidad son vías convencionales de calzada única y cuatro de ellas ya aparecen en el informe del año anterior. En el estudio de este año, seis de los tramos con más riesgo de accidentalidad pertenecen a la demarcación de Barcelona, dos a Lleida, uno a la de Tarragona y otro a la de Girona.

En cuanto a la accidentalidad de las motos, el informe alerta de que ha aumentado un 45% desde 2013 y que en este mismo periodo de tiempo los accidentes con muertos y heridos graves se han incrementado un 4%. En relación a los vehículos pesados, el tramo con más accidentes es la A-2 entre el enlace de la AP-2 a Sant Feliu de Llobregat y el enlace con la B-20 en la ronda de Dalt.

El RACC avisa de la "pérdida de efectividad" de las políticas contra los accidentes

El presidente del RACC, Josep Mateu, ha apuntado como causas de las cifras de accidentalidad la "pérdida de efectividad" de las políticas que se han hecho para "ganar la batalla contra los accidentes", el aumento de la movilidad de los últimos años, el hecho de que el parque de automóviles sea cada vez más antiguo y el exceso de velocidad y las distracciones a la hora de conducir.

Mateu también ha apuntado a la falta de inversiones en el mantenimiento de las carreteras como causa que favorece la accidentalidad. En este sentido ha criticado que las inversiones en mantenimiento de carreteras haya disminuido un 67% de 2011 a 2016.

"Si queremos carreteras más seguras, las administraciones han de poner más esfuerzo", ha señalado el presidente del RACC.

El director general de infraestructuras de la Movilidad de la Generalitat, Xavier Flores, ha defendido que la implantación de la viñeta permitiría reducir un 10% la accidentalidad. Ha dicho que el estancamiento en lo referente a la reducción de la mortalidad en las carreteras obliga "a hacer una reflexión".

En esta misma línea, el presidente del RACC ha pedido que se aproveche "la oportunidad" que genera el fin de las concesiones de peajes para hacer un "muy buen modelo de cara al futuro" que asegure la inversión en el mantenimiento de las carreteras.

Por su parte, el coordinador de Movilidad y Seguridad Viaria del Servei Català de Trànsit, Òscar Llatge, ha insistido en la necesidad de evitar la "interrelación" de los vehículos y de "segregar los usos" para reducir accidentes. Llatge ha asegurado que se harán pruebas pilotos para "segregar los tipos de vehículos" en las carreteras y hacer que las motos tengan espacios donde circulan sin la necesidad que lo hagan también los coches.

"Un país no se puede permitir tener todo autopistas, las carreteras han de estar adaptadas a la demanda y el usuario ha de ser consciente", ha dicho, en referencia al bajo riesgo de accidente grave o mortal que hay en las vías rápidas. Finalmente, el diputado delegado de infraestructuras Viarias y Movilidad de la Diputació de Barcelona, Jordi Fàbrega, ha insistido en la necesidad de aumentar los recursos en el mantenimiento de las carreteras y de "actuar según la singularidad y la manera de hacer de cada territorio".

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