El tramo más peligroso de la red de carreteras de España está en Lugo y tiene 8,2 kilómetros, según el XVI estudio EuroRAP. En concreto, se trata de los ocho primeros kilómetros de la N-642. Le siguen un tramo de la N-230 de Lleida y de la MN-260 de Girona.

En el conjunto estatal, más de 3.000 kilómetros de la red tienen un riesgo elevado o muy elevado de accidente grave o mortal, lo que representa el 12,2% del total, según el último informe del RACC.

El informe, que tiene en cuenta datos de los últimos tres años (2015-2017), identifica los tramos de carretera con mayor riesgo de accidentalidad grave o mortal en función de la cantidad de vehículos que circulan por ellos, así como los tramos con más concentración de accidentes.

Según el documento, el riesgo de accidentalidad ha disminuido en 2017, pues aumentó el tráfico pero al mismo tiempo disminuyó la mortalidad. No obstante, el número de las víctimas mortales aumentó. Son las carreteras convencionales de calzada única las que cuentan con más puntos negros o rojos de accidentalidad.

En concreto el informe ha estudiado 1.382 tramos de red vial que suman 24.866 kilómetros de la red de carreteras, para concluir que 3.000 kilómetros tienen riesgo "elevado" o "muy elevado" de accidente mortal o grave. Esto supone un descenso signitifcativo respecto al año anterior de 2,2 puntos porcentuales.

Aragón (35%), Cataluña (16%) y Asturias (16%) son las Comunidades que mayor proporción de kilómetros de riesgo tienen en su red de carreteras. La clasificación por provincias la encabeza Huesca, con 52% de kilómetros con riesgo. Le siguen Teruel, León y Lleida.

En el listado de los diez tramos con más accidentalidad están las siguientes vías: la N-642 (Lugo), la N-230 de Lleida; la N-260 de Girona; la N-541 de Pontevedra; la N-330 en Huesca; la N-301 de Toledo; la N-621 en León; la N-345 de Murcia; la N-640 de Lugo y la N-234 de Soria, todas con riesgo muy elevado.

Por el contrario, más de 18.300 kilómetros tienen un riesgo bajo o muy bajo de siniestralidad grave o mortal, lo que representa el 73,8% del total. En este sentido, las autopistas son las vías más seguras, con un 65% de red con un índice de riesgo muy bajo, junto a las autovías (50% de riesgo muy bajo).