Chris Watts, el parricida de Colorado (EE UU) que mató el pasado mes de agosto a su mujer embarazada y a sus hijas de tres y cuatro años, ha logrado evadir la pena de muerte al llegar a un acuerdo el pasado martes con la Fiscalía y declararse culpable de nueve cargos, incluidos el asesinato de su esposa, sus dos hijas y el hijo que esperaban, así como de alteración de un cuerpo humano fallecido.

"Cumplirá tres sentencias de por vida consecutivas más el tiempo de la muerte del bebé por nacer, Nico", explicó posteriormente en rueda de prensa el fiscal del distrito Michael Rourke.

Según la prensa estadounidense, la Fiscalía fue convencida por los suegros de Watts, padres de la mujer asesinada, para que fuese condenado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.

"Originalmente, Watts se enfrentaba a la posibilidad de la pena de muerte o cadena perpetua sin libertad condicional. Con el acuerdo de la familia de las víctimas, el fiscal del distrito Rourke eliminó la pena de muerte a cambio de declararse culpable de los nueve cargos", rezaba el comunicado de prensa emitido el pasado martes por la oficina del fiscal del distrito del condado de Welden.

La sentencia sobre Watts será leída el próximo 19 de noviembre en el juzgado de Frederick (al norte de Denver, Colorado), y será retransmitida en directo por internet debido a la gran cantidad de medios acreditados para la audiencia.

Watts, de 33 años, fue detenido el pasado 15 de agosto y acusado del asesinato de su familia: su mujer, Shanann Watts (34 años), y sus hijas Bella y Celeste, de 4 y 3 años, respectivamente.

Fue una amiga de la mujer asesinada quien denunció en un primer momento su desaparición, pero el arresto de Watts llegó después de una entrevista a una televisión local en la que pedía el regreso de su mujer y sus hijas, pero que su lenguaje corporal lo delató como principal sospechoso del crimen, que terminó confesando.