María Hesse: "Tengo la suerte de tener un altavoz y lo estoy utilizando para defender el feminismo"

"Para mí es un misterio que la gente se identifique tanto con lo que hago. Es difícil saber por qué tu trabajo, en concreto, conecta con alguien. Lo único que puedo decir en mi defensa es que lo hago desde dentro, que todos mis trabajos hablan mucho de cómo me siento y son muy emocionales. Y al final sentirte angustiado, triste, desolado, confuso... no son emociones exclusivamente mías, todo el mundo las comparte".

María Hesse (Huelva, 1982) todavía parece sorprenderse del tremendo giro que ha experimentado su vida en los últimos años. Hace menos de una década iba camino de convertirse en una maestra amargada: "Me di cuenta de que no era feliz opositando y lo dejé todo para estudiar el ciclo superior de ilustración. No fue una novedad para mí porque desde niña ya pintaba y siempre tuve el presentimiento de que en algún momento haría algo para poder dedicarme a la pintura".

Se acercaba por aquel entonces a la treintena y aquella decisión cambió su futuro para siempre. Hoy por hoy, Hesse es una de las ilustradoras más reconocidas (y reconocibles) de nuestro país. Su creaciones respiran y transmiten kilos de sensibilidad, un cierto halo naíf, el bagaje de toda una generación que creció rodeada de VHS, cassettes y videojuegos, la nostalgia de los últimos 80 y primeros 90, y las inquietudes y sinsabores de cualquier ser humano cuando experimenta el difícil salto a la vida adulta. "Yo soy cinéfila, me gustan las series, la literatura, las cuentas de Instagram de fotografía... Al final esa información se va quedando en la cabeza y luego la vas vomitando en el trabajo", dice de esas obsesiones en las que busca la inspiración.

Sobre esa necesidad tan suya de tocar y volcar los propios sentimientos añade: "Los que nos dedicamos a este tipo de cosas artísticas creo que tenemos al final un punto egocéntrico, soltamos 'nuestras mierdas' en el trabajo y nos quedamos tan anchos. Y quien lo hace así es el que al final consigue empezar a destacar porque es lo que hace que tu trabajo sea más personal".

De esta manera, Hesse ha dado forma a un universo propio que ha conseguido un altavoz en publicaciones como Jot Down, Público o Glamour, editoriales como Edelvives y que, además, se ha materializado en un puñado de libros maravillosos que, como satélites, giran alrededor del universo femenino: Frida Kahlo. Una biografía (Lumen, 2016), Orgullo y Prejuicio (2017), El futuro es femenino (Nube de tinta, 2018) o Mujercitas (Alfaguara, 2018). "Yo soy feminista y feminista radical", sentencia, "tengo la suerte de tener un altavoz y ahora lo estoy utilizando para para defender esto. En relación al título de mi libro muchos añaden que el futuro es también masculino. Ya, pero la masculinidad ya sabemos que está aquí, ahora estamos reclamando el espacio para la feminidad".

Tan femenino es lo suyo que hasta para el dar el salto a su primer personaje masculino eligió a uno de los más ambiguos y camaleónicos de la historia: David Bowie (Lumen, 2018). "También me gustaría ilustrar un libro sobre el escritor Eduardo Galeano porque tenía un acercamiento a la mujer que era brutal".

Parte de esta troupe de personajes se ha instalado en el Museo ABC de Madrid hasta el 25 de noviembre para dar forma a su primera exposición en un museo bautizada como Tinta y sensibilidad. "Me parece muy fuerte que vaya a exponer donde lo hizo antes Rébecca Dautremer, que fue quien me dio el empujoncito para estudiar ilustración. Tengo muchísima ilusión. Miedo no, porque ya sé que no puedo gustarle a todo el mundo".

Fiel a sus influencias literarias y musicales, María se desdobla o más bien se triplica estos días para participar en otros dos interesantes proyectos. Junto a los también ilustradores Paula Bonet y Alfonso Zapico y la teórica de la historieta Ana Merino dará forma a la actividad Pintar la novela, pintar la vida dentro de la programación del Festival Eñe, que reivindica el poder narrativo de la novela gráfica y el cómic (sábado 20 de octubre, en el teatro Fernando de Rojas del Círculo de Bellas Artes de Madrid).

Además, se une al final de gira de sus paisanos, la banda andaluza Maga, para participar en una serie de conciertos (18 de octubre, Teatro Central de Sevilla / 16 de noviembre, sala Apolo 2 de Barcelona y 23, Ochoymedio Club de Madrid) en los que les acompaña un trío de cuerda y donde María ilustrará en directo todo lo que en ellos ocurra.