Kaia Gerber es la modelo del momento. Hija de la top Cindy Crawford, comenzó su meteórica carrera en el mundo de la moda con apenas 16 años. Tan solo un año después, desfila para los más grandes del diseño como Chanel, Valentino o Calvin Klein, firma para la que debutó.

Aún va al colegio, pero su vida ha dejado de ser la habitual para una jovencita de su edad. Sin duda, el nombre y prestigio de su madre le abrieron las puertas del mundo de la moda, pero ella ha conseguido ya afianzarse en un  mundo difícil donde la competencia es enorme.

Como buena modelo que se precie, no podía tardar en diversificar su imagen. Una de las firmas más importantes en el mundo de la belleza no ha dudado en contar con ella como embajadora de sus productos, Yves Saint Laurent, firma que ha decidido que sea su imagen de maquillaje YSL Beauté.

“Ser el nuevo rostro de YSL Beauté representa para mí una oportunidad de escribir una nueva historia repleta de diversión, color y maquillaje. Adoro la filosofía de la marca, tan subversiva, además de lujosa y excitante”, ha dicho Kaia.

Sus ojos de mirada profunda, su piel tostada y su melena castaña han enamorado a los responsables de la firma que afirman que “posee una seguridad natural y un marcado sentido del estilo que le ha permitido revolucionar la comunidad global de la moda”.

En su día a día, su imagen es similar a las de las adolescentes de su edad, tejanos y camisetas, forman parte de su vestuario. Sin embargo, su imagen es muy distinta cuando acude a un evento, donde arriesga con el maquillaje y su vestuario se sofistica con minifaldas y stilletos que alargan aún más su figura.

Con más de cuatro millones de seguidores en Instagram, Kaia Gerber, sabe muy bien la repercusión que puede tener cada uno de sus actos y presentaciones públicas. “Creo que debemos actuar con un cierto grado de responsabilidad en todo lo que hacemos. Si alguien me ve como un modelo a seguir, quiero poder ser capaz de dar de dar una imagen positiva e inspirar a otras personas a sentirse seguras con su aspecto, a cuidarse y a quererse a sí mismas”, explica la joven.

Independiente, alegre y segura de sí misma, es la modelo del momento. En uno de sus últimos desfiles durante la semana de la moda de París, Gerber desfiló para Valentino,que aprovechó el colorido estampado de su vestido para maquillarla con los ojos llenos de purpurina que, sin embargo, son pequeños cristales de Swarovski, a modo de antifaz. Una imagen sofisticada, bella y muy atrevida, para una joven a la que le queda mucho por hacer en el mundo de la moda.