Al menos 85 personas perdieron la vida y otras 150 resultaron heridas tras un atentado suicida ocurrido este viernes en un mitin político realizado en el oeste de Pakistán, según informaron fuentes policiales.

Un terrorista suicida hizo explotar las bombas que portaba durante el mitin de Siraj Raisani, político de la formación regional Partido Nacionalista Awami (ANP), en un mercado en el distrito de Mastung, en la provincia de Baluchistán.

Según el portavoz, parte de los 150 heridos fueron trasladados a varios hospitales en Quetta, donde los servicios sanitarios se encuentran en "estado de emergencia".

"El atacante estaba sentado entre las personas (que asistían el acto) e hizo explotar las bombas que portaba al final del evento", dijo el portavoz de Policía de Mastung, Sana Ullah.

Entre los muertos se encuentra Raisani, candidato a las elecciones generales que se celebran el próximo día 25, según declaró su hermano Lashkari, quien también recordó que un hijo del político también murió en un atentado terrorista en 2011.

El grupo yihadista Estado Islámico (EI) asumió la autoría del atentado en un escueto comunicado difundido por la agencia Amaq, afín a la organización terrorista, en el que se indica que se perpetró "con un cinturón de explosivos durante un mitin electoral".

Se trata del segundo atentado del día contra un acto electoral, tras el ataque con bomba en la ciudad de Bannu (provincia nororiental de Khyber Pkhtunkhwa, en el que murieron cuatro personas y 19 resultaron heridas y que al parecer iba dirigido contra el exministro de Vivienda Akram Durrani, quien resultó ileso.

El pasado día 10, al menos veinte personas murieron y sesenta resultaron heridas en un ataque suicida también en Khyber Pakhtunkhwa y en la que murió el político Haroon Bilour.

El atentado suicida de este viernes es uno de los más sangrientos ocurridos en Pakistán en la última década. Sin embargo, desde 2007 se han sucedido varios de extrema gravedad.

En ese año hubo tres atentados en los que murieron 107 personas en un asalto de Ejército a la Mezquita Roja en Islamabad, donde radicales vinculados a Al Qaeda se habían atrincherado con cientos de rehenes. Tras su toma, se sucedió una ola de ataques suicidas que provocó 218 fallecidos. Y en octubre, hubo un nuevo ataque terrorista durante el paso de la comitiva de la ex primera ministra Benazir Bhutto que acabó con 218 muertos.

Entre 2009 y 2014 se dieron tres atentados de calibre similar: en 2009 hubo 106 muertos en Peshawar tras un coche bomba; un doble atentado con bomba en Quetta dejó 126 muertos; y en diciembre de 2014, en un atentado contra una escuela en Peshawar reivindicado el grupo talibán Tehrik-e-Taliban Pakistan (TTP), produjo 132 muertos.

Pakistán celebrará elecciones generales y provinciales el 25 de julio, en las que están llamados a votar 105 millones de ciudadanos, según datos de la Comisión Electoral.

La violencia se redujo en el país durante 2017 con 1.260 muertos por terrorismo (540 de ellos civiles, 208 miembros de las fuerzas de seguridad y 512 supuestos terroristas), la cifra más baja en una década, según el Portal de Terrorismo del Sur de Asia, que estudia la violencia en la región.