Diálogo "sin exclusiones" para consolidar y modernizar la economía, fortalecer la cohesión social y territorial, y regenerar España. Esa es la receta del Gobierno del socialista Pedro Sánchez, que este viernes se cita por primera vez en Consejo de Ministros en el Palacio de la Moncloa, y que el propio presidente quiso dejar negro sobre blanco en una carta que entregó a sus 11 ministras y seis ministros al comienzo de dicha reunión [ver en PDF].

En la misiva, Sánchez subraya que su Ejecutivo tendrá que abordar múltiples retos, como la recuperación del papel "protagonista" de España en la construcción europea, el cambio climático, la despoblación, la precariedad y la desigualdad, y las migraciones y las amenazas globales a la seguridad, entre otros muchos.

Para hacer frente a todos esos desafíos, y más teniendo en cuenta que el Ejecutivo socialista echa a andar con la legislatura ya mediada, Sánchez apunta en la carta que necesitan "propuestas adecuadas, ágiles y certeras", y capacidad de trabajar con "humildad, ejemplaridad y determinación", siempre con respeto a la "estabilidad económica y presupuestaria" que exige las normas de la Unión Europea.

"Este Ejecutivo inicia su andadura cuando ya ha transcurrido la mitad de la legislatura. Por lo tanto, tenemos el mandato de trabajar con la urgencia debida y la prudencia exigible. Ambas consideraciones nos obligan a actuar priorizando objetivos de forma ambiciosa pero realista", recalca el presidente socialista.

La carta también vuelve a incidir en el compromiso con la igualdad del nuevo Gobierno, en línea con lo que el presidente manifestó en la declaración pública en la que presentó su gabinete, el pasado miércoles, y advierte de que el "consenso, la negociación y el pacto" deberán ser "un mecanismo esencial" de funcionamiento del Gobierno.

Por ello, subraya que la "voluntad de diálogo" debe dirigirse al conjunto de partidos de las Cortes "sin exclusiones", buscando el acuerdo con "todos los grupos parlamentarios". Finalmente, Sánchez promete "honestidad, dedicación y entrega" para honrar "el valor de la palabra dada" y para estar a la altura de "una ciudadanía que reclama otra forma de gobernar".