El PSOE propone una ley para regular la eutanasia como un servicio básico del sistema de salud

  • La propuesta va mas allá de la muerte digna, la que regula los cuidados paliativos, y garantizaría un protocolo "seguro" para ayudar a morir.
  • Plantean que lo pueda solicitar cualquier persona con un sufrimiento grave e irreversible "por enfermedad, padecimiento o discapacidad".
  • El protocolo de la ley socialista duraría un tiempo mínimo de 32 días entre la solicitud y la eutanasia.
  • Con un control médico hasta el final del proceso, el PSOE plantea la administración del fármaco por un equipo médico o incluso su prescripción vía receta.
  • IU denuncia que el PSOE pida ahora legalizar la eutanasia tras rechazarlo dos veces en 2017.
El debate sobre la eutanasia sigue vivo en la mayoría de los países.
El debate sobre la eutanasia sigue vivo en la mayoría de los países.
GTRES
El debate sobre la eutanasia sigue vivo en la mayoría de los países.

El PSOE ha registrado este jueves en el Congreso de los Diputados una proposición de ley orgánica que incorporaría la eutanasia a la cartera de servicios del sistema de salud, para que cualquier persona que quiera "acabar con el sufrimiento que les ocasiona su enfermedad grave o discapacidad" pueda recibir ayuda para adelantar su muerte.

La ley que proponen los socialistas —que no se limita a despenalizar la eutanasia, sino que regula cómo debe llevarse a cabo el procedimiento— obedece a un mandato "de la opinión pública española" porque "casi ocho de cada diez españoles opina que hay que regular esta situación", han defendido durante su presentación pública.

El objetivo de esta norma, que aspiran a poder debatir en el Congreso, es "regular el derecho a solicitar y recibir ayuda para morir, en condiciones garantistas, rigurosas, con un procedimiento ordenado y sistemático". Para los socialistas, "el Estado no puede mirar para otro lado ante personas que quieren acabar con el sufrimiento que les ocasiona su enfermedad, padecimiento o discapacidad".

El paciente que contempla la ley, de hecho, no tiene por qué estar en sus días finales de vida, basta con que tenga algún sufrimiento que le haga insostenible seguir viviendo. "La eutanasia empieza donde la muerte digna termina", ha explicado el secretario de Justicia y Nuevos Derechos, Andrés Perelló. El secretario ha citado como ejemplo el caso de Ramón Sampedro, el tetrapléjico que pidió la eutanasia y terminó muriendo asistido en 1998.

En enero de 2017, otra formación, Unidos Podemos, propuso en el Parlamento la regulación de la eutanasia. La iniciativa fue vetada por el Gobierno y el PSOE no la apoyó, tal como recordó IU horas después. Los socialistas dicen que porque en aquel momento se mezclaron ambos conceptos, el de "muerte digna" y el de "eutanasia". "Dijimos que son cuestiones diferentes y que había que separarlas, y ahora, cuando casi se ha conseguido sacar adelante la normativa de muerte digna, proponemos abrir un debate diferente, el del derecho a la eutanasia".

El PSOE ha realizado un llamamiento al resto de partidos políticos en el Congreso para que faciliten el debate parlamentario, "para llegar al consenso político de lo que es un consenso social".

Desde Unidos Podemos se muestran dispuestos a valorar el contenido de la ley socialista. "Antepondremos siempre a los beneficios políticos o partidistas, la solución a los problemas de la población, como es la despenalización de la eutanasia y el derecho a decidir si no se quiere vivir en unas condiciones de sufrimiento y dolor insoportables", han señalado fuentes del grupo parlamentario.

¿Cómo sería el procedimiento de la eutanasia?

El desencadenamiento del proceso eutanásico comenzaría, tal y como han explicado, "con la demanda de la persona, cuando considere que tiene un sufrimiento le resulta intolerable e insoportable y se conoce que no tiene tratamiento y no es reversible". La solicitud es "indelegable", remacha la ley. Solamente cuando físicamente sea imposible la firma podrá recurrirse a la familia, con los médicos como testigos de esa cesión.

La clave para los socialistas es que la eutanasia sea una decisión voluntaria para acabar con ese sufrimiento ante situaciones no reversibles, como las enfermedades degenerativas o algunos estadios del cáncer. La decisión se debe tomar "plenamente, libre, consciente e informado", ha explicado la secretaria de Sanidad del PSOE, María Luisa Carcedo.

La decisión podrá ser revocada en cualquier momento del proceso, de manera voluntaria, por ejemplo si surgiera algún avance en su dolencia. También se podrá pedir un aplazamiento para la ayuda a morir. Los menores quedan, eso sí, completamente fuera de esta ley, han especificado.

El procedimiento —"para que no haya errores" y sea "garantista jurídica y sanitariamente"— duraría un tiempo mínimo de 32 días.

Primeramente se solicita al médico adscrito a los servicios de paliativos, que después de informar al paciente deberá recibir su ratificación en un plazo de dos semanas. Después el doctor deberá relevar su informe a un "médico consultor" que lo avale. Después el médico actuante elevará a la comisión específica de control y evaluación creada al efecto esa decisión. Ambas fases llevarían 15 y 17 días, respectivamente. Un plazo que garantiza que la solicitud de eutanasia "realmente sea una demanda reflexionada e informada", según el PSOE.

El protocolo permitiría tanto la administración del fármaco por parte de un equipo médico especialista como la prescripción farmacológica para que el paciente la pueda tomar de manera autónoma, aunque con un seguimiento de cerca de los sanitarios hasta el final del proceso, han especificado. El médico deberá elevar, de hecho, el informe final del proceso a la comisión de control autonómica, que hará una evaluación de la eutanasia.

Los requisitos que se imponen al paciente son: tener la nacionalidad española o situación regularizada en España, estar bien informado de su situación médica, haber formulado la solicitud de manera voluntaria, sufrir una enfermedad grave e incurable y prestar consentimiento informado.

La ley reconoce que el ámbito de aplicación será en el ámbito "público" y "privado", y además la objeción de conciencia de los profesionales sanitarios. Los impulsores de la ley socialista no descartan que en la eutanasia acabe sucediendo algo parecido a lo ocurrido con la interrupción voluntaria del embarazo, que debido a la amplia objeción de conciencia, principalmente se realiza en España en clínicas privadas.

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