El juez envía a prisión al español Yusuf Galán, cibersoldado de Estado Islámico

  • Ya cumplió nueve años y medio de condena como único miembro español de la célula de Al Qaeda: salió de la cárcel en el año 2011.
  • El fallo dice que había "renovado su compromiso desarrollando actividades de muyahidín virtual" y trabajaba para reclutar nuevos miembros.
Luis José Galán, 'Yusuf', es conducido por agentes de la Policía Nacional tras su detención, en Madrid, por su presunta integración en la organización terrorista Estado Islámico.
Luis José Galán, 'Yusuf', es conducido por agentes de la Policía Nacional tras su detención, en Madrid, por su presunta integración en la organización terrorista Estado Islámico.
Luca Piergiovanni / EFE
Luis José Galán, 'Yusuf', es conducido por agentes de la Policía Nacional tras su detención, en Madrid, por su presunta integración en la organización terrorista Estado Islámico.

El juez Ismael Moreno ha enviado a prisión al español Luthfullah Yusuf Galán González, considerado cibersoldado del Dáesh por su actividad en internet, por los delitos de pertenencia a organización terrorista, adoctrinamiento y enaltecimiento del terrorismo, han informado fuentes jurídicas.

Con su puesta hoy a disposición judicial, tras ser detenido este miércoles por la Policía, Yusuf Galán ha regresado a la Audiencia Nacional seis años después de haber salido de prisión tras cumplir un condena de nueve años y medio de cárcel como único miembro español de la célula de Al Qaeda desarticulada en España a raíz del 11-S y que lideraba Imad Eddin Barakat, Abu Dahdah.

Una vez en libertad, en mayo de 2011, se afincó en Murcia y ha desarrollado "en los últimos años un perfil afín a la figura del cibersoldado, la versión 2.0 del combatiente yihadista que emplea la red informática para compartir, interactuar y propagar el ideario terrorista", según explicó ayer el Ministerio del Interior tras su detención en Madrid.

Lejos de reconducir su conducta, el detenido "había implementado sus acciones como parte de su compromiso con los postulados ideológicos y terroristas de Dáesh".

A pesar de haber afirmado en declaraciones a los medios de comunicación que él buscaba "vivir en paz" y que no era un terrorista, el detenido continuó siendo objeto de seguimiento por parte de los agentes de la Policía Nacional.

Los investigadores detectaron que había "renovado su compromiso desarrollando actividades de muyahidín virtual" para cumplir con "los requerimientos de la Yihad electrónica y actividades de adiestramiento operativo de terceros dentro de la Yihad violenta".

El detenido había desarrollado un sofisticado modo de operar virtual para llevar a cabo "una activa labor de difusión masiva en Internet al objeto de no ser detectado", según Interior.

Al parecer, hacía acopio de numeroso material que "alojaba de manera simultánea en varios de sus perfiles, o a través de hilos de mensajería instantánea para alcanzar al mayor número de personas".

Junto a este adoctrinamiento intelectual, "otro pilar fundamental en su estrategia delictiva era realizar el adiestramiento operativo en técnicas de combate de otras personas", para lo que publicaba vídeos "en los que él mismo aparecía manejando armas blancas con gran destreza, acompañados de mensajes altamente explícitos, dirigidos a la comisión de acciones terroristas".

Según Interior, el detenido, que fue adiestrado en Indonesia en el manejo de armas y explosivos, "incidía especialmente en el acondicionamiento psicológico de los nuevos reclutas, a los que preparaba mentalmente para que finalmente mostraran su disposición a cometer atentados terroristas, amparados en mandatos divinos sobre el martirio".

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