La autopsia que se ha realizado a Lucía, la niña de tres años fallecida el pasado 27 de julio en la localidad malagueña de Pizarra, cuestiona la principal hipótesis que hasta ahora manejaba la Guardia Civil: la de que la pequeña falleció por accidentes tras perderse cuando jugaba con sus primos y andar tres kilómetros por las vías del tren, donde finalmente se echó a descansar y fue arrollada por un convoy.

Según ha informado Canal Sur, el informe forense concluye que no hay señales de que la menor caminara por esa zona de difícil acceso, llena de matorrales y desniveles. Los forenses se basan en que los pies y las piernas de la pequeña no presentan signos de que la niña hubiera caminado una distancia tan larga. Lo que sí confirma la autopsia es que Lucía murió de un traumatismo craneoencefálico severo. La familia mantiene que la niña fue secuestrada. 

No obstante, la investigación mantiene como principal la tesis del accidente, habida cuenta de que una grabación de vídeo de ADIF analizado por la policía muestra a la pequeña caminando por las vías del tren.