El último propietario de la Real Fábrica de Tapices, Livinio Stuyck, se ha negado a entregar las llaves de su vivienda en las dos últimas plantas de este inmueble al entender que tiene un "título jurídico" que ampara el poder residir en el edificio.

Además, la familia Stuyck asegura que no ha tenido interlocutores para formalizar el pago de las rentas por residir en la vivienda y achaca la situación a los diversos cambios de titularidad del edificio, para añadir que ha solicitado al Ministerio de Educación y Cultura la apertura de una cuenta para abonar el pago.

En una reunión realizada este martes,  representantes del Ministerio de Educación y Cultura han manifestado que entienden que Livinio Stuyck reside de forma irregular en el edificio (de titularidad pública) al no pagar alquiler ni los gastos asociados a la vivienda.

El antiguo propietario de la Real Fábrica de Tapices ha atendido este requerimiento de pago y, además, ha expresado que no piensa entregar las llaves del inmueble.

Por otro lado, la familia Stuyck detalla que es "totalmente falso" que no se haya pagado la electricidad o el agua consumida y sostienen que desde hace años "ya no se reciben facturas, incluso habiéndolo solicitado".

Por otro lado, recalcan que el proceso abierto "no es un desalojo ni un desahucio" y que Livinio Stuyck tiene un contrato de arrendamiento "válido y es necesaria una sentencia judicial para proceder al lanzamiento". "En el presente caso, no existe un procedimiento judicial abierto, ni resolución firme alguna", afirma la familia Stuyck.

Además, recalcan que el Ministerio de Cultura, Ayuntamiento de Madrid, Comunidad de Madrid y Patrimonio del Estado "conocen y han reconocido el derecho a la vivienda de la familia Stuyck" desde la creación de la Fundación para la Real Fábrica de Tapices. En este punto, sostienen que "existen innumerables documentos, actas y comunicaciones que así lo acreditan".

Durante los últimos años, insiste la familia Stuyck, incluso han tenido lugar intentos "poco formales" de negociación, incluyendo valoraciones inmobiliarias hechas por empresas profesionales del sector pero "sin terminar de formalizar nunca".

La situación es más que complicada para Stuyck, teniendo en cuenta que se enfrenta a una multa que oscila entre los 70.000 y 75.000 euros por cada ocho días que permaneza en la vivienda.

Así lo ha explicado el actual gerente de la Real Fábrica de Tapices, Alejandro Klecker, a los medios de comunicación tras el requerimiento que ha realizado este martes el Ministerio de Educación y Cultura (titular del edificio) a Stuyck para que abandone el inmueble, algo a lo que éste se ha negado.

Klecker ha explicado que este martes se ha instado al antiguo propietario a que abandone la vivienda en un proceso que ha calificado como "desalojo administrativo" y que ahora se abrirá una vía judicial para tratar de que se lleve a cabo el desalojo.

El gerente de la Real Fábrica de Tapices ha indicado que ahora se cursará una multa del 5 por ciento del valor catastral medio de la zona (Retiro) cada ocho días en los que decida continuar en el inmueble.