Los actores Enrique San Francisco, José Coronado, Pablo Carbonell, Álex Angulo y Pedro Reyes han prestado sus voces a los personajes de La crisis carnívora, un largometraje de dibujos animados que se presentó anoche en Sitges. El filme compite en la sección Anima't, no tiene aún fecha de estreno y ha sido realizado en formato Flash Animation por el estudio barcelonés Nikodemo Animation.

San Francisco, Carbonell y Angulo apoyaron la presentación de la película, que recibió la bienvenida expresa del director del festival, Ángel Sala, como "excelente excepción" a la falta de productos españoles en este ámbito. El largometraje cuenta con la colaboración especial de Carlos Sobera, quien pone también su voz a otra producción española del cine de animación, Nocturna, que se presenta fuera de concurso en el Festival.

La crisis carnívora está dirigida por Pedro Rivero y presenta un mundo en el que los animales ya no pueden comer carne. La hiena Crevel, incapaz de no hacerlo de vez en cuando, sale a buscar carroña en el cementerio. La voz de la hiena protagonista es la de San Francisco, quien ha destacó ayer que es la primera vez que dobla una película.

Por su parte, Rivero señaló que el filme "es una alegoría a la democracia, a que todos somos iguales" trasladada al mundo de los animales, en donde hay herbívoros y carnívoros y "todos tienen que respetarse y no comerse unos a otros". Es una "vuelta de tuerca" a El Rey León, "deslenguada y agresiva".

Las crisis carnívora tiene aspecto de fábula como las de Esopo, según el director de Bilbao, y su idea original ha sido trabajada siete años después a partir de una aportación más joven, la de Egoiz Moreno. Tiene "mano de obra" catalana, vasca, gallega y madrileña, y con ella "te das cuenta de que en el cine español puedes hacer cosas ilusionantes", ha dicho el director, sorprendido aún por la entrega desinteresada de los que le han prestado la voz.

Su carácter de fábula sobre la democracia le ha hecho ver a Rivero "que para criticar algo no hace falta quemar fotos del Rey", aunque "a lo mejor se prohíbe hacer películas sobre la monarquía de la selva".