La maniática relación entre Andy Warhol y su 'cuerpo perfecto'

  • El Museo Warhol dedica una exposición a la imagen corporal de sí mismo del artista: le obsesionaban la calvicie, las cicatrices, el tamaño de la nariz...
  • Pueden verse fotos y cuadros que nunca se mostraron en vida del Rey del Pop Art.
  • El ideal de belleza que predicó estaba basado en un consejo cosmético-filosófico: 'tomar el exterior y ponerlo en el interior o tomar el interior y ponerlo en el exterior'.
Warhol se tapa la cara en una foto de 1957 ó 1958
Warhol  se tapa la cara en una foto de 1957 ó 1958
The Andy Warhol Museum, Pittsburgh, Contribution The Andy Warhol Foundation for the Visual Arts, Inc., © Estate of Edward Wallowitch. All rights reserved.
Warhol se tapa la cara en una foto de 1957 ó 1958

"Si quieres saber todo sobre mí solamente debes observar la superficie de mis cuadros, mis películas y de mí mismo. Eso es lo que soy: no hay nada detrás". El artista que hizo del pop art un imperio comercial y de la explotación de su nombre una marca registrada que, colocada sobre cualquier objeto o superficie, garantizaba el movimiento los ingresos, estaba obsesionado por su apariencia física.

La exposición Andy Warhol: My Perfect Body (Andy Warhol: mi cuerpo perfecto) es la primera aproximación a la relación, traumática y plagada de manías, entre el físico y el artista. Organizada por el museo The Warhol, la pinacoteca de Pittsburgh, ciudad natal del artista (1928-1987), que guarda su legado, administra sus regalías y convoca ayudas a la creación para creadores jóvenes, la muestra está en cartel hasta el 22 de enero. Una serie de actos paralelos —desde fiestas a conferencias— la complementan.

Modelos para una cirugía estética

La exposición, que contiene 200 obras, entre ellas mucho material que no se había exhibido en vida del gran empresario del arte pop —por ejemplo los cuatro modelos de cara que creó para una posible operación de cirugía estética de cambio de rostro—, revela los paralelismos entre la personalidad del artista y su obra, además de incidir en las obsesiones que padecía por asuntos como la calvicie, las cicatrices que le surcaron el torso tras el ataque a balazos de una feminista radical y bastante desnortada o el tamaño de la nariz, que consideraba demasiado grande.

Sin embargo, como era típico de Warhol,  cada rincón de su vida, taras incluidas, eran terreno negociable. Su ideal de belleza y consejo vital tenía tanto de filosófico como de cosmético: "tomar el exterior y ponerlo en el interior o tomar el interior y ponerlo en el exterior". El "compromiso con el cuerpo" que resalta la curator de la muestra, Jessica Beck, una empleada del museo de la que no se puede esperar un análisis demasiado crítico, se limita a las muchas veces en que Warhol, o la tropa de ayudantes que trabajaba para él, reprodujo sus facciones.

'Trauma, tormento, vergüenza...'

La muestra revela, explica Beck no obstante, "cómo el cuerpo en el trabajo de Warhol se convierte en un tema para hablar de trauma, tormento, vergüenza, deseo, transformación y manipulación". Warhol alimentó su trabajo con sus frustraciones e hizo de ellas parte de la marca en que siempre deseó convertirse. Hay algo de religioso en este afán, apunta la coordinadora en una entrevista en ArtfCity y cita como ejemplo los dibujos de la última cena de Cristo que el artista pintó en 1986 con el lema: "Se alguien con un cuerpo".

Pinturas, dibujos, fotografías, películas, material y objetos de archivo exploran los temas de la exposición: el cuerpo atormentado —el artista se cubre el rostro con las manos en una imagen de perfil datada 1957—, el cuerpo abstraído, el interior y exterior y el cuerpo esculpido —una foto de 1956 muestra a un jovencísimo Warhol con la nariz alterada por él mismo con gruesos trazos de lápiz y un dibujo de 1962 enseña un antes y un después de una operación de cirugía estética nasal—.

Anuncios sobre la perfección física

Algunas de las obras expuestas muestran el cuerpo en pedazos, recortándolo para mostrar sólo secciones: torsos, pies, manos... Hay también diagramas médicos y anuncios de los años sesenta que prometen la perfección física...

Desde los primeros cuadros de 1961 hasta las últimas pinturas de Warhol, el interior del cuerpo es objeto de exhibición y sus defectos se borran o se resaltan. Era un modo de llevar al arte la "discusión de dentro y fuera, público y privado, que establece además el cuerpo como un lugar para la "proyección de las presiones externas y los deseos y los impulsos interiores", dice Beck, para quien el artista nunca abandonó el tema del "cuerpo fracturado".

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