Admitida la querella contra el embajador español en Kabul por el atentado en el que murieron dos policías

  • El ataque se produjo en diciembre de 2015.
  • Según la querella, presentada por la familia de uno de los fallecidos, Pérez de Agreda "nunca atendió" las recomendaciones de seguridad.
  • La misma mañana del atentado se produjo una alerta por parte de los servicios secretos franceses.
  • Estos hechos, a juicio del juez Pedraz, "tienen una primera apariencia de infracción penal".
Miembros de las fuerzas de seguridad de Afganistán llegan al lugar donde un grupo de insurgentes suicidas atacó un hostal cercano a la embajada de España en Kabul, Afganistán.
Miembros de las fuerzas de seguridad de Afganistán llegan al lugar donde un grupo de insurgentes suicidas atacó un hostal cercano a la embajada de España en Kabul, Afganistán.
EFE
Miembros de las fuerzas de seguridad de Afganistán llegan al lugar donde un grupo de insurgentes suicidas atacó un hostal cercano a la embajada de España en Kabul, Afganistán.

La Audiencia Nacional ha admitido a trámite una querella contra el embajador y el segundo embajador de España en Afganistán, Emilio Pérez de Agreda y Oriol Solá, respectivamente, por falta de medidas de seguridad en el atentado contra la Embajada en Kabul en 2015, en el que murieron dos policías españoles.

Se trata de un auto del juez Santiago Pedraz que admite la querella presentada por la familia de uno de los policías fallecidos presentada por supuestos delitos de homicidio imprudente y siete en grado de tentativa en relación con la falta de medidas de seguridad en el citado atentado.

Según la querella, a pesar de las recomendaciones y peticiones de mayor seguridad de la sede diplomática, se denuncia que Pérez de Agreda "nunca las atendió: ni sobre las deficiencias de estructuras ni las rutas y horarios del personal, manteniendo un mutismo absoluto ante el Ministerio del que depende pese a los informes del Cuerpo de Seguridad en la materia".

De acuerdo con los hechos denunciados, el 11 de diciembre de 2015 Pérez de Ágreda estaba de vacaciones en España y quedó como encargado y máximo responsable de la Cancillería Oriol Solá Pardel, que "tampoco respetaba ninguna medida de seguridad".

"Más al contrario ponía constantemente en riesgo la seguridad del edificio", permitiendo el trasiego de mercaderes que paseaban por la embajada, sin avisar con tiempo suficiente a los equipos de custodia y seguridad para la identificación de personas y cosas, añade.

En la mañana del 11 de diciembre se alertó por los servicios secretos franceses del riesgo de atentado contra la Embajada de España, "lo que debería haber provocado la toma extraordinaria de medidas de seguridad y que hubiera evitado que esa tarde (alrededor de las 18 horas) un coche bomba hiciera explosión contra los muros de la legación española", recoge el auto del magistrado.

Estos hechos, a juicio de Pedraz, "tienen una primera apariencia de infracción penal" por lo que procede investigarlos, teniendo en cuenta que la competencia de la Audiencia Nacional resulta "evidente" puesto que nos encontramos ante presuntos hechos cometidos por españoles en el extranjero.

El juez acuerda incorporar a las actuaciones judiciales las diligencias de investigación penal abiertas en su día por la Fiscalía de la Audiencia Nacional.

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