La diferencia entre las tasas autonómicas que abonan los alumnos de grado de las universidades públicas se consolida y agranda cuando suspenden asignaturas, ya que los repetidores de Galicia pueden llegar a pagar menos que los que se matriculan por vez primera en Cataluña, Madrid u otras comunidades.

Galicia es donde menos se penaliza económicamente a los repetidores. También es donde el precio medio es menor al matricularse por vez primera en unos estudios, según datos del curso 2015-2016 publicados por el Ministerio de Educación.

Un estudiante de una universidad pública gallega paga de media 11,89 euros por crédito en primera matrícula; 16,46 euros en segunda; 26,63 euros en tercera y 33,93 euros en cuarta y siguientes.

Un universitario de Cataluña paga de entrada 33,52 euros de media por crédito en primera matrícula, es decir, prácticamente lo mismo que un gallego que está repitiendo por tercera vez. Cuando un alumno catalán se matricula por cuarta vez en una misma asignatura tiene que desembolsar 124,41 euros por crédito.

En el caso de Madrid, la primera matrícula tiene un precio medio para el alumno de 27,30 euros por crédito, que va creciendo hasta los 126,24 euros en la cuarta, el máximo entre todas las comunidades.

Junto a las gallegas, las universidades andaluzas son las más baratas, con una media de 12,62 euros por crédito matriculado en la primera matrícula. En el otro extremo, son los alumnos de nuevo ingreso de Cataluña y Madrid los que tienen que efectuar un desembolso mayor.

En las segundas matrículas se afianza la brecha, con Madrid (50,49 euros) y Cataluña (41,40 euros) a la cabeza y Galicia (16,46) y País Vasco (24,44) a la cola.

Si se trata de terceras matrículas, Madrid y Cataluña vuelven a ser las comunidades con los precios medios más altos por crédito (94,68 y 89,71 euros, respectivamente). Y son más bajos, una vez más, en Galicia y País Vasco (26,63 y 36,78 euros, respectivamente).

Debe tenerse en cuenta no obstante que en el caso de Cataluña, las tasas de matrícula se regulan en función de la renta del estudiante y pueden variar entre el precio señalado y el 50% de éste.

Los precios además son siempre medios, pues todas las comunidades aplican tasas de matrícula diferentes según varios grados de experimentalidad de los estudios, excepto Andalucía, donde es la misma para todas las carreras.

En 2012, el Gobierno aprobó un decreto ley, luego convalidado por el Congreso, por el que los estudiantes de grado y máster para profesiones reguladas deben abonar entre el 15 y el 25% del coste efectivo de los estudios. En las segundas y sucesivas matrículas, el alumno repetidor tiene que costear progresivamente entre el 30 y el 100%.