Según datos facilitados por Cacho, durante una rueda de prensa celebrada en Zaragoza, han ardido un total de 130 hectáreas, 115 de ellas serían de superficie forestal, en la que abundan zonas de pinar y vegetación de tipo arbustivo. Las otras 15 restantes, agrícolas. La superficie quemada se encuentran en un espacio natural protegido, el Paisaje Protegido de San Juan de la Peña y Monte Oroel.

Se encuentran trabajando "con absoluta normalidad en la zona", ha dicho Cacho, tres cuadrillas terrestres, tres autobombas, un agente para la protección de la naturaleza y un helicóptero con base en Bailo (Huesca), junto a su respectiva cuadrilla.

El fuego se inició en el límite de los términos de Atarés y Santa Cruz de los Serós en la tarde del pasado domingo. Al parecer, tuvo su origen en una chispa que se produjo en la empacadora de un agricultor vecino de Santa Cruz, que en ese momento, se encontraba también junto a su tractor, empacando paja en un campo.

El hombre también sufrió daños personales, cuyas manos y brazos han sufrido quemaduras. Aunque en un principio intento sofocar el fuego con un extintor, poco pudo hacer. El viento y la falta de humedad en la paja hicieron que el fuego se propagase con gran virulencia y velocidad, por lo que tuvo que dejar el tractor y la empacadora y huir para pedir auxilio.

El jefe del Servicio de Prevención y Extinción de Incendios del Gobierno de Aragón ha señalado que "el incendio ha entrañado una elevada complejidad". Han participado "más de 200 personas hasta controlarlo y ha supuesto la intervención de todos los efectivos que el Ministerio de Medio Ambiente tiene en la comunidad para el refuerzo de incendios, aportando así un elevado contingente de medios terrestres y aéreos", ha añadido.