El papa, en Auschwitz: "Señor, perdón por tanta crueldad"

  • El líder de la Iglesia Católica paseó, mudo, por el campo de exterminio en homenaje a los 1,1 millones de personas asesinadas.
  • Francisco dejó escrita esta frase, en castellano, en el libro de honor.
  • Antes, atravesó en solitario la puerta, se encontró con once supervivientes y recorrió el patio de ejecuciones, las celdas y los barracones.
Francisco atraviesa, en solitario, la puerta del campo nazi de Auschwitz bajo el lema 'El trabajo os hace libres'.
Francisco atraviesa, en solitario, la puerta del campo nazi de Auschwitz bajo el lema 'El trabajo os hace libres'.
Cedida por L'Osservatore Romano
Francisco atraviesa, en solitario, la puerta del campo nazi de Auschwitz bajo el lema 'El trabajo os hace libres'.
El papa reza en Auschwitz"Señor, ten piedad de tu pueblo. Señor, perdón por tanta crueldad". El papa Francisco dejó escritas esta oración en el libro de honor del campo de campo de exterminio de Auschwitz-Bikernau (Polonia) después de recorrer, este jueves, las instalaciones en homenaje a los 1,1 millones de personas asesinadas por los nazis entre 1940 y 1945.

Dos líneas, escritas en español, con su firma y la fecha debajo, fueron las únicas palabras del pontífice, que justificó en el respeto a las víctimas su decisión de no pronunciar ningún discurso.

Francisco franqueó en solitario la entrada al campo. Al hacerlo, cruzó bajo la inscripción en hierro forjado que contiene el lema que los nazis eligieron para el campo: 'Arbeit macht frei', 'El trabajo os hace libres'.  A partir de ahí, recorrió en silencio las instalaciones.

El pontífice se detuvo frente al patio donde se llamaba a los condenados a muerte, el mismo lugar donde el sacerdote polaco Maximiliano Kolbe ofreció su vida a cambio de la de un padre de familia. Sentado y con los ojos cerrados, realizó una plegaria; después besó uno de los postes de madera que servían para las ejecuciones. Después accedió al edificio de ladrillo del Bloque 11, que alberga la celda subterránea en la que Kolbe murió de inanición. Allí, rezó durante diez minutos, en medio de una leve penumbra, con la puerta enrejada a sus espaldas.

Francisco concluyó su reconocimiento saludando a once supervivientes y a 25 familiares de aquellos a los que el Museo Yad Vashem de la Memoria del Holocausto de Jerusalén otorgó el título de los Justos de las Naciones por arriesgar su vida por los judíos, el  grupo que sumó el 90% de los muertos en Auschwitz.

Estas son sus historias:

Helena Dunicz Niwiska. Nacida en 1915 en Viena, aunque vivía junto con sus padres en el municipio de Lviv hasta que fue detenida con su madre, María, en 1943 y deportada a Auschwitz en octubre de ese mismo año. Era violinista, por lo que fue obligada a formar parte de una orquesta que tocaba para los nazis en el cercano campo de Birkenau. Su madre solo sobrevivió dos meses en este lugar.

Alojzy Fros. Nacido en 1916 en la localidad polaca de Rybnik, marcado con el número 136223 y detenido en abril de 1943 acusado de conspiración. Fue deportado a Auschwitz el 9 de agosto de 1943 y, tras pasar dos meses en el hospital del campo por una enfermad, fue destinado a la zona donde se inspeccionaban las pertenencias de los prisioneros.

Janina Isawa. Nació en Varsovia en 1916 y se salvó, como muchos de los supervivientes, gracias a que fue trasladada a otros campos.

Waclaw Dlugoborski. Nació en 1926 en Varsovia. Era profesor. Fue detenido acusado de conspiración en mayo de 1943 y trabajó como empleado en el hospital del campo de Birkenau, y después de la guerra como investigador en el Museo Estatal de Auschwitz-Birkenau.

Zbigniew Kaczkowski. Nacido en 1921 en Cracovia. Profesor. Fue enviado a Auschwitz junto con su madre Zofia, quien murió en el campo, donde la hicieron trabajar como enfermera. El 27 de julio de 1944 consiguió escapar del campo de exterminio pero fue capturado y encarcelado en el Bloque 11 de Auschwitz y, posteriormente, deportado a Buchenwald. Al concluir la guerra trabajó como investigador universitario.

El papa saluda a un grupo de supervivientes de Auschwitz y a los Justos de las Naciones

Stefan Lesiak. Nacido en 1927 en Piczów.

Eva Umlauf. Tenía dos años cuando fue deportada.

Naftali Furst, que nació en 1932 en Bratislava y que llegó a Auschwitz el 3 de noviembre de 1944.

Peter Rauch. Nacido en Múnich en 1939. Vivía con su familia -sus padres y sus cinco hermanas--.

Valentina Nikodem. Nacida en 1922 en Lodz y deportada después de que su padre matara a un miembro de la Gestapo. Se ocupó en Auschwitz de ayudar a las mujeres que daban a luz en el campo.

Marian Majerowicz. Nacida en 1926 en Myszków. En Auschwitz murieron sus padres y su hermano pequeño, y ahora es presidenta de la Asociación de Veteranos y Víctimas de la Segunda Guerra Mundial de Varsovia.

María Jamro. Sus padres, campesinos, dieron cobijo a Hena y Oskar Oliner quienes, desfallecidos, llamaron a la puerta de su casa para poder pasar la noche, a lo que ellos aceptaron para ayudarles en todo.

Anna Stupnicka. Hija de Janina Stupnicka, maestro que ayudó a los judíos del gueto de Varsovia y que escondió en casa a algunos de ellos.

Stalisnaw Ruszala. Sacerdote de Markowa, la ciudad donde fueron asesinados el matrimonio formado por Józef y Wiktoria -esta embarazada- y sus seis hijos, por haber escondido a otra familia de judíos. El 24 de marzo de 1944, una patrulla nazi descubrió el escondite y asesinó a la familia judía y a la familia Ulma.  La Iglesia católica ha comenzado el proceso para poder beatificar a toda la familia Ulma.

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