"Don Quijote embestiría a Donald Trump como a los molinos"

El director de la RAE ante la estatua de Cervantes en la Plaza de las Cortes, frente al Congreso de los Diputados.
El director de la RAE ante la estatua de Cervantes en la Plaza de las Cortes, frente al Congreso de los Diputados.
JORGE PARÍS
El director de la RAE ante la estatua de Cervantes en la Plaza de las Cortes, frente al Congreso de los Diputados.

Darío Villanueva Prieto (1950, Vilalba, Lugo) es desde enero de 2015 el trigésimo director de la Real Academia Española. Se sienta en la silla D, de Don Quijote, un personaje que a su juicio tiene mucho de todos nosotros como españoles, pero también como seres humanos y que, por tanto, pertenece a Miguel de Cervantes, pero sobre todo a la humanidad entera. El académico, y profesor de Literatura en la Universidad de Santiago de Compostela (entre otros muchos cargos), recibe a 20minutos en su despacho de la RAE para recordar la figura de uno de los literatos más universales al cumplirse, este viernes 22 de abril, cuatro siglos de la muerte del escritor por antonomasia de la lengua española.

Usted ingresó en la RAE en 2008 con un discurso sobre el Quijote. De todas las lecciones cervantinas que aparecen en esta obra, ¿cuál es su favorita?

Sobre todo una lección de un humanismo muy comprensivo. La comprensión de la humanidad en todas sus contradicciones, esa es para mí la gran lección del Quijote.

¿Qué ha supuesto la figura de Cervantes en el desarrollo y la expansión del idioma español en todo el mundo?

Ha tenido una influencia extraordinaria hasta el extremo de que hoy en día como sinónimo de la palabra "español" se utiliza la expresión "la lengua de Cervantes". Es nuestro escritor por antonomasia. Y en esto influye mucho que lo sea en consideración de todos los españoles, pero también en consideración de todos los que hablan español en el mundo. Países como México son verdaderos abanderados en el reconocimiento, el aplauso, la memoria y la lectura de Miguel de Cervantes. No en vano, como sabemos, el Instituto que se encarga de la enseñanza y la promoción de la lengua española en los países donde no se habla español lleva su nombre.

El Quijote, como obra de referencia de nuestra literatura, ¿está sobrevalorado? Me refiero a que es una obra que muchos conocen, pero que no tantos han leído.

Probablemente sí, pero en contra de lo que se cree nunca se ha leído tanto como ahora. Tenemos idealizada la época del Renacimiento, en la que parece que todo el mundo era cultísimo, pero entonces leían cuatro gatos, la mayoría de la población era analfabeta y la circulación de los libros era enormemente limitada, los libros eran de hecho un producto de lujo. Yo creo que, aunque existen estadísticas que a veces dicen que solo un porcentaje muy limitado de españoles ha leído el Quijote, lo cierto es que eso hay que verlo en función de los 47 millones de habitantes que tenemos hoy en día, y compararlo con lo que era el porcentaje de lectura del Quijote en la época en que Unamuno escribe la Vida de don Quijote y Sancho, por poner un ejemplo.

Y, sin embargo, Cervantes tenía un conocimiento vasto y profundo de la lengua, pero un universitario actual tiene que recurrir constantemente al diccionario para leerlo...

El español ha evolucionado mucho desde principios del siglo XVII, es un problema de vocablos en desuso. Y también es un problema de la riqueza lingüística del Quijote, porque se trata de un libro donde están todos los estratos de la lengua. Cervantes tenía una memoria fabulosa y un oído prodigioso, de manera que, a lo largo de todas sus andanzas por España, se quedó con la manera de hablar de gente muy variada. En el Quijote hablan duques, labriegos, curas, bandidos, bachilleres, porqueros, pastores, caballeros burgueses... Es una obra genial porque supone una polifonía de voces a modo de diálogo, por eso las palabras más utilizadas en el Quijote, y hay un estudio sobre esto, son "dijo" y "respondió". El crítico norteamericano Harold Bloom, gran especialista en Shakespeare, ha dicho que hay algo en lo que Cervantes le gana al inglés, y es que los personajes de Shakespeare son siempre grandes solitarios porque se expresan a través de los monólogos, mientras que los personajes en el Quijote se expresan y se construyen a sí mismos a través del diálogo.

¿Hay más sociología en Cervantes?

Sí... hay más sociedad, más frescura. En un libro clásico de teoría literaria, Mimesis (1953), de Erich Auerbach, el autor dice que, al comparar la literatura inglesa con la española de la época, parece que la española es más realista porque la sociedad española también lo era. A lo que se refiere es que la nuestra era, entre comillas, una sociedad más democrática y la literatura se acercaba más a ese democratismo de la sociedad que refleja. En esto, la obra democrática por excelencia es el Quijote, porque le da voz a esa panoplia completísima de personajes de diversas procedencias: moriscos, muchachos esclavizados, titiriteros, prostitutas... y todas las voces están tratadas con esa compresión humanística a la que antes me refería. La humanidad para Cervantes era digna de ser entendida, comprendida incluso en sus contradicciones, sus fallos y sus limitaciones.

En los colegios se leen fragmentos del libro, pero no se estudia la vida de Cervantes ni tampoco el resto de su obra.

Si hay que concentrar esfuerzos en torno a la obra de Cervantes en el sistema educativo, prefiero que se concentren en el Quijote, porque es un monumento que dejó el resto de la obra de Cervantes en un lugar muy secundario, y no de manera injusta.

¿Cómo debería potenciarse su lectura?

No hay nada más contagioso para crear lectores que el entusiasmo de un profesor de literatura, creo que esa es la clave.

¿Está a favor de que se versione el Quijote para que se acerque al lenguaje actual?

Totalmente. Siempre se ha hecho, es algo que conviene hacer. Nosotros en la Academia hemos hecho una versión, que ya va por su cuarta edición, a cargo de Pérez-Reverte.

Cervantes no solo escribe una obra, crea un concepto: quijote, quijotesco... ¿Esto ha influido en nuestra forma de ser como españoles?

La creación de una figura como don Quijote no depende exclusivamente de la imaginación del autor, sino que pudo haber inspiración en ejemplos concretos de personas o actitudes que estaban en el entorno de Cervantes en la España del XVI y XVII. Yo creo que efectivamente hay un cierto quijotismo en determinados comportamientos españoles de la época y que Cervantes supo convertir esos rasgos en un auténtico mito que ha tenido proyección más allá de nuestras fronteras. Quijotes puede haberlos en España o en cualquier lugar, es decir, personas que viven en una tensión constante entre sus sueños y la realidad, personas a quienes la realidad les resulta pequeña o incómoda y que quieren luchar por cambiarla. Ese es un mito muy profundo, muy humano, por lo tanto, volvemos a ese gran principio del humanismo cervantino del que hablábamos.

¿Por eso la obra ha superado las barreras culturales de Occidente y resulta comprensible y aplicable a los valores de otras civilizaciones?

Claro, porque el quijotismo es una forma de expresar la condición humana muy particular que se da en España, pero que constituye un mito universal. En contra de quienes constantemente están hablando de las identidades como celdas que nos separan, la palabra identidad viene de idéntico y lo idéntico es lo parecido, lo común, lo similar, y la condición humana es idéntica.

El Quijote, su lectura, su estudio, su análisis... ¿nos hace mejores como personas?

Estoy  absolutamente convencido de ello. El Quijote es un libro sabio, sapiencial, que nos ayuda a conocernos mejor y a conocer mejor a los demás.

¿Se le ocurre algún personaje hoy que pudiera ser una suerte de Quijote moderno?

Yo me encuentro continuamente con personas que tienen ese sentido quijotesco de la vida. Mi padre era juez y una de las lecciones que conservo de él es que hacía una interpretación de la justicia de inspiración absolutamente legal, pero al mismo tiempo quijotesca, de comprensión de la condición humana y de dar a cada uno lo que le correspondía. Y otra lección que me dejó mi padre y que también está en el Quijote. Hay un momento en que el hidalgo le dice a Sancho: "No es un hombre más que otro, si no hace más que otro". Es decir que todos somos iguales, pero al mismo tiempo hay que ver que sobre esa igualdad las acciones nos definen, y el que hace más es más que el que hace menos, simplemente, porque por sus frutos los reconoceréis.

Antes mencionó la importancia de Cervantes en un país como México. Si hoy viviera, ¿qué cree que pensaría de Donald Trump?

(Piensa) Esto es hacer suposiciones. Lo mejor y lo que más conocemos de Cervantes es lo que él escribió, su obra, más que su biografía, lo que dejó escrito es lo que habla más de él mismo, más que los datos geográficos. Yo a Donald Trump no lo veo en el grupo de los ideales quijotescos, más bien lo veo en las antípodas. En parte yo lo relacionaría con los duques de la segunda parte del Quijote, que eran frívolos, muy clasistas y bastante despreciativos. En ese sentido Trump es un personaje al que don Quijote, probablemente, embestiría como embistió a los molinos creyendo que eran gigantes, porque Donald Trump tiene una dimensión de gigante económico, de poder, mediático incluso...Es asombroso que diciendo las cosas que dice, sin embargo, esté ganando tantas elecciones primarias.

¿Qué ha organizado la Academia para recordar el cuarto centenario de la muerte del escritor?

En primer lugar, hemos cumplido con un encargo que el Gobierno le hizo a la RAE en 1912, que hiciera una edición popular y escolar del Quijote y una edición crítica y erudita. Pues bien ahora, aunque con algo de retraso, finalmente lo hemos hecho. La popular y escolar es la de Pérez-Reverte, y la otra en dos tomos esa la de Francisco Rico, que es la suma cervantina más completa que existe. Junto a eso, hemos editado la obra completa de Cervantes, y la vamos a presentar. En nuestra biblioteca clásica están ya todos los textos fundamentales de Cervantes, a punto de salir está la poesía (que era el que nos faltaba) y también Los trabajos de Persiles y Sigismunda. El mejor homenaje que se le puede hacer a un escritor es favorecer su lectura y nosotros vamos a proporcionar la posibilidad de su lectura a través de todos estos instrumentos. Por otra parte, en el mes de enero presentamos con gran resonancia una edición magnífica de la colección de los doce manuscritos auténticos que se conservan de Miguel de Cervantes, las doce únicas páginas en las que está su escritura auténtica.

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