Alianza de fotógrafas de Yemen, Palestina, Marruecos, Irán, Iraq, Egipto, Líbano y Jordania

  • Una docena de fotógrafas árabes muestran trabajos contra el tópico de la mujer oprimida, sin voz y sin poder en algunos países islámicos.
  • Participan en la poderosa muestra colectiva 'La que cuenta historias'.
  • Quieren "romper los límites" y combatir los estereotipos sobre la situación femenina en los países islámicos y dejar constancia de valentía y entrega.
La iraní Newsha Tavakolian nació en 1981 y nunca ha abandonado el país pese a las dificultades que ha tenido para desarrollarse como fotógrafa
La iraní Newsha Tavakolian nació en 1981 y nunca ha abandonado el país pese a las dificultades que ha tenido para desarrollarse como fotógrafa
Courtesy of the artist and East Wing Contemporary Gallery
La iraní Newsha Tavakolian nació en 1981 y nunca ha abandonado el país pese a las dificultades que ha tenido para desarrollarse como fotógrafa

La palabra árabe rawiya significa "la que cuenta una historia". Dada la importancia vertebradora de las mujeres en los países árabes —con frecuencia oculta por la represión y la aplicación de las interpretaciones más integrista del Corán—, el término resuena como idea de transmisión de la memoria y negativa olvido.

Rawiya es el nombre que han elegido una docena de fotógrafas de países donde domina el Islam. Las reporteras, documentalistas, retratistas o artistas no han dejado de practicar su vocación pese a las frecuentes dificultades. Reunidas desde 2009, son cuatro mujeres de Irán, dos de Egipto y una de Marruecos, Yemen, Líbano, Jordania, Palestina e Iraq.

En el Museo Nacional de Mujeres Artistas de Washington

La exposición She Who Tells a Story: Women Photographers from Iran and the Arab World (La que cuenta la historia: mujeres fotógrafas de Irán y del mundo árabe), que exhibe hasta el 31 de julio el Museo Nacional de Mujeres Artistas de Washington (EE UU).

Las doce mujeres agrupadas para la muestra colectiva quieren "romper los límites" y combatir los estereotipos sobre la situación femenina en los países islámicos, impugnando hasta donde es posible el tópico de que se trata de un cuerpo social oprimido hasta el punto de carecer de voz propia.

Inquebrantables

En la exposición, una muestra más del creciente interés que despiertan las pujantes e inquebrantables fotógrafas de los países musulmanes, pueden verse trabajos de Shadi Ghadirian (Irán, 1974) Gohar Dashti (Irán, 1980), Jananne Al-Ani (Iraq, 1966), Shirin Neshat (Irán, 1957), Rana El Nemr (Egipto, 1974), Lalla Essaydi (Marruecos, 1956), Tanya Habjouqa (Jordania, 1975), Rula Halawani (palestina nacida en Jerusalén, 1974), Nermine Hammam (Egipto, 1967), Rania Matar (Líbano, 1964), Boushra Almutawakel (Yemen, 1969) y Neshwa Tavakolian (Irán, 1981).

Esta última, que nunca ha abandonado su país pese a las dificultades de una mujer para realizar un trabajo que el integrismo limita a los hombres, es un verdadero emblema del fotoperiodismo iraní, firmó reportajes que circularon mundialmente sobre las elecciones en el país y ha retratado a cantantes de pop reprimidas por el régimen.

Hijabs y armas de fuegos

Neshat, residente en Nueva York, es la autora de serie Women of Allah (Las mujeres de Alá), donde las retratadas aparecen con la cara cubierta por versículos del Corán escritos sobre la piel. La obra es una transgresión poética y combativa de la feminidad en los países islámicos, circunstancia que queda clara cuando observamos que entre el rostro de la artista y el negro hijab (velo) con el que se cubre asoma el cañón metálico de un arma de fuego.

En otra colección, The Hijab Series (La serie del hijab), firmada por la yemení Almutawakel, vemos mosaicos de fotos de una joven madre en cuyo regazo descansa su hija, una niña que, a su vez, sostiene una muñeca. Desde la primera a la última foto el aspecto exterior de las protagonistas cambia: de lucir ropas de colores alegres que dejan al aire el pelo de la niña pasan a aparecer tapadas por sendos hijabs y luego por burkas que sólo dejan al aire los ojos. El último cuadro es el de un pedestal vacío con una tela negra. Las mujeres han desaparecido.

Maquillaje prohibido

Ghadirian, nacida en Teherán, ciudad donde todavía reside, muestra a jóvenes iraníes realizando actividades consideradas impropias de mujeres por los sectores más extremistas del régimen islámico que gobierna el país. En la serie Qajar (1998) yuxtapone a jóvenes iraníes en atuendos tradicionales sosteniendo objetos que estaban prohibidos hace solo unos años: instrumentos musicales, reproductores de música, artículos de maquillaje...

Los organizadores de She Who Tells a Story esperan que la exposición rompa con los estereotipos, aún persistentes y derivados de las antiguas corrientes artísticas fascinadas por el exotismo de Oriente, que consideran al mundo árabe como "culturalmente inferior", representándolo con imágenes que recurren a los tópicos de "las pirámides, los lugares sagrados bíblicos y las escenas de harenes y danzas del vientre" o a los "mitos de las Mil y una Noches que aún persisten".

La directora del museo de Washington, Susan Fisher Sterling asegura que las fotógrafas  "nos invitan a estar en sus zapatos y ver las complejidades sorprendentes y extraordinarias a las que se enfrentan. "La exposición pone de relieve sus triunfos y luchas, que esperamos estimular y mejorar con el diálogo cultural", añade.

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