Otro ejemplo de la devoción que nos profesan los perros, tantas veces no correspondida, llega desde Houston, Texas. Allí, el pasado 7 de febrero, Hatem Abuharbid de 57 años fue asesinado a disparos durante el atraco a la tienda en la que trabajaba.

Abuhardid vivía con un perro mestizo de pastor alemán, que estuvo más de dos semanas esperando pacientemente el regreso de su dueño sin permitir que nadie se acercase.

Según informaron los vecinos a la cadena estadounidense ABC, el animal no solo permanecía atento a la llegada de su amo, sino que oteaba los coches que se aproximaban esperando verle bajar sin dejar que nadie. Allí seguiría, alimentado por los vecinos de Abuhardid, de no ser porque finalmente Maranda Pérez se ganó al animal tras conocer el caso en las redes sociales.

Tras una hora de gentiles intentos y la ayuda de su propio perro, finalmente Pérez logró acariciarle y ponerle una correa. El leal perro ahora se encuentra acogido por su rescatadora, a la espera de que, en pocos días, el hermano de la víctima acuda a hacerse cargo de él.