La Policía de Melbourne desaloja a una madre de una protesta mientras amamanta a su hijo

Jill y su hijo fueron expulsados de la planta baja del Departamento de Inmigración y Protección de Fronteras de Melbourne tras una protesta a favor de los refugiados.
Jill y su hijo fueron expulsados de la planta baja del Departamento de Inmigración y Protección de Fronteras de Melbourne tras una protesta a favor de los refugiados.
@FFFADmelbourne
Jill y su hijo fueron expulsados de la planta baja del Departamento de Inmigración y Protección de Fronteras de Melbourne tras una protesta a favor de los refugiados.

Este miércoles se han organizado en Melbourne una protesta llamada 'Pram Jam'  en favor de los refugiados. La reunión estaba organizada por la FFFAD (Familias, Feministas y Amigos Contra la Detención).

Decenas de simpatizantes utilizaron a sus niños y sus cochecitos para bloquear los ascensores de la planta baja del Departamento de Inmigración y Protección de Fronteras de la ciudad australiana. El principal objetivo del grupo era manifestarse a favor de Abyan, una joven presuntamente violada en Nauru que ha llegado a Australia para poder abortar.

En el desalojo, el caso que más ha sorprendido es el de una madre que ha sido expulsada del edificio por los agentes de la Policía mientras daba de mamar a su hijo. El vídeo del desalojo ha dado la vuelta al mundo y ha sido difundido en la cuenta oficial de Twitter de la asociación.

La madre, llamada Jill, se mostraba orgullosa de sus actos con una gran sonrisa en su cara mientras la trasladaban a la salida del edificio y, posteriormente, se sentó en la acera.

Los agentes de seguridad declararon su oposición a los actos de Jill y manifestaron que estaba poniendo en peligro la salud de su pequeño. Tras esto, la madre defendió sus acciones y dijo a los policías que los que estaban en peligro real eran los niños que se encuentran acogidos en centros de detención. La protestante afirmó también que el hecho moral de amamantar a su hijo en un edificio de servicio público estaba lejos de la verdadera cuestión.

"Cuando un gobierno comienza supervisar abusos de derechos humanos y hacen caso omiso del derecho internacional, es el momento para que los ciudadanos —incluyendo las mamás y los bebés— emprendan la desobediencia civil", declaró y añadió que "hay cosas peores que suceden en campos de detención de inmigrantes".

En un comunicado de prensa compartido a través de la página de Facebook de la FFFAD, el presidente de organizador afirmó que los partidarios de los refugiados —incluidos los padres, los bebés, los niños de las madres embarazadas y los amigos— "estamos comprometidos con la desobediencia civil en curso sobre este tema".

Durante el suceso, muchos partidarios salieron a las calles y se acercaron a las inmediaciones del edificio para aplaudir a las mujeres a medida que iban siendo expulsadas.

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