Una placa en Luceros de Alicante recuerda a Miquel Grau, última víctima de la violencia política de la Transición

Al son de 'A Miquel Grau' y de la Muixeranga, 38 años después de su muerte, el Ayuntamiento de Alicante ha instalado una placa en la Plaza de Luceros en homenaje a Miquel Grau, la última víctima de la violencia política de la Transición reconocida por la Ley de Memoria Histórica.
Los hermanos de Grau junto a la placa que le reconoce
Los hermanos de Grau junto a la placa que le reconoce
EUROPA PRESS
Los hermanos de Grau junto a la placa que le reconoce

Al son de 'A Miquel Grau' y de la Muixeranga, 38 años después de su muerte, el Ayuntamiento de Alicante ha instalado una placa en la Plaza de Luceros en homenaje a Miquel Grau, la última víctima de la violencia política de la Transición reconocida por la Ley de Memoria Histórica.

Miquel Grau recibió el 6 de octubre de 1977 un ladrillazo lanzado desde un balcón de la plaza por un miembro de Fuerza Nueva cuando pegaba carteles reclamando "libertad, autonomía y Estatut d'Autonomia". La agresión le dejó en coma durante diez días y finalmente falleció el 16 de octubre, según ha relatado la familia.

El acto ha contado con la presencia de un centenar de alicantinos y de representantes de todos los partidos políticos con representación municipal, que este miércoles celebran un pleno extraordinario para otorgarle la Medalla de Oro de la ciudad.

Dos de los hermanos de Miquel, José Ramón y Fini, han descubierto la placa en la que se recuerda el punto exacto en que Grau recibió la agresión por un militante de Fuerza Nueva. José Ramón ha lamentado, en declaraciones a Europa Press, que el acto cierra la herida de la ciudad pero no de la familia porque "no devuelve a Miquel". "Después de 38 años, en el municipio ha entrado gente que tiene ganas de hacer cosas y ha llegado el momento en que el reconocimiento a mi hermano es de agradecer", ha manifestado.

Asimismo, ha considerado que no es el momento de "reprochar" a anteriores corporaciones que no hubieran adoptado una medida de este tipo. "La herida a la ciudad no lo sé. A la familia, no. Perdí a mi hermano con 17 años y me he perdido 38 años de él y mis hermanos también. De mis padres no hace falta que diga nada", ha puntualizado. Sin embargo, ha entendido que si la ciudad cierra la herida "en este momento, pues bien".

"Pienso que se ha hecho porque Compromís está en el Ayuntamiento, pero no es el momento de reprochar a aquellos que no han hecho nada", ha seguido.

En ese sentido, el edil de Presidencia, Natxo Bellido, ha reconocido que ha sido un empeño personal ofrecer ese homenaje a Miquel Grau y ha entendido que "la herida de la memoria se cierra y deja de supurar".

"Había que reconocer el trabajo de muchos hombres y mujeres que lucharon en condiciones muy difíciles por traer la democracia y el autogobierno. Y Miquel fue el símbolo y su entierro se convirtió en una manifestación cívica que clamaba por la libertad y la democracia", ha subrayado y ha asegurado que le gustaría que tuviera una calle en su ciudad "como otras personas".

"Es un día positivo donde la llegada del cambio a las instituciones debe demostrarse en situaciones como éstas", ha afirmado y ha indicado que "no es un compromiso de Natxo Bellido, pero sí es cierto que era un tema que teníamos que sacar adelante y que una de las primeras acciones era este reconocimiento".

Crimen de odio

El edil de Cultura, Dani Simón, se ha congratulado de que todos los partidos dieran su respaldo a colocar la placa en la plaza de Luceros y a otorgar la Medalla de Oro de la ciudad a Miquel Grau a título póstumo.

"Fue un crimen de odio y deben provocar el rechazo de todas las personas demócratas y me alegra ver que fue así en la ciudad de Alicante", ha dicho.

Sobre el asesino, el hermano de Miquel Grau ha indicado que ahora es procurador y que fue indultado "por el último gobierno de la UCD en 1981, cuatro años después".

Mostrar comentarios

Códigos Descuento