Llega septiembre y con él, la vuelta al cole. El curso comienza con un nuevo titular al frente del Ministerio de Educación, con el PP habiendo perdido la presidencia en la mayoría de las comunidades y con la celebración de unas elecciones generales antes de que acabe el año. Esto no ha llevado al Gobierno a desistir de su Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce), en proceso de aplicación, pese a la oposición del resto de formaciones políticas y también de la comunidad educativa.

Después de que el año pasado implantaran la primera fase de la reforma todas las regiones menos Cataluña y País Vasco, e hicieran normativas para las evaluaciones finales de tercero de Primaria todas excepto las dos mencionadas, Canarias, Castilla y León, y Galicia, este año el Ejecutivo lo tiene más complicado para que sus directrices se cumplan. Solo las comunidades gobernadas por los populares —Galicia, Castilla y León, Madrid, La Rioja y Murcia, además de Ceuta y Melilla— cumplirán los plazos establecidos por el Ministerio.

Además de a seis recursos ante el Tribunal Constitucional, la también llamada ley Wert, se enfrenta a un documento firmado por casi toda la oposición para derogarla si el PP pierde la mayoría absoluta en el Congreso. Pese a que desde Educación recuerdan que se trata de una ley orgánica, y por tanto de obligado cumplimiento, la séptima reforma educativa de la democracia podría tener fecha de caducidad antes incluso de haber sido plenamente implantada.

Los madrugones, las mochilas y el reencuentro con los compañeros han llegado a Extremadura antes que a ninguna otra comunidad. Los alumnos de Primaria de esa región volvieron a llenar las aulas el pasado 3 de septiembre. Les han seguido los murcianos, que empezaron el curso este lunes, y los vascos y madrileños, que lo han hecho este martes. En Canarias, Castilla-La Mancha, Ceuta y Melilla los escolares tienen que regresar este miércoles. El jueves será el turno en el grueso de la Península: Andalucía, Aragón, Asturias, Cantabria, Castilla y León, Galicia, Navarra y la Comunidad Valenciana. El viernes lo harán Baleares y La Rioja, y por último, el próximo lunes, Cataluña.

En Secundaria, a quienes antes se les han acabado las vacaciones ha sido a los vascos: comenzaron el curso este martes. Este miércoles lo hacen los alumnos de Melilla y el jueves, los de Navarra, Ceuta y los de primero de la ESO de Madrid. Este viernes el curso empezará en el resto de niveles de Secundaria de Madrid, en Baleares, la Comunidad Valenciana y La Rioja. Ya la próxima semana arrancará con Aragón, Canarias, Castilla-La Mancha, Cataluña y Extremadura. El martes 15 de septiembre regresarán a clase los alumnos de Andalucía, Asturias y Galicia, tras quienes irán los de Cantabria y Murcia. Los últimos serán los castellanoleoneses.

En el caso del Bachillerato, el curso lo iniciaron igualmente los estudiantes del País Vasco, también este martes. En Navarra lo harán este jueves. En Baleares, La Rioja, Madrid y la Comunidad Valenciana el pistoletazo de salida será el viernes. El próximo lunes volverá el trabajo para los jóvenes de Canarias, Castilla-La Mancha, Cataluña, Ceuta y Melilla. Al día siguiente lo harán los de Andalucía, Asturias, Extremadura y Galicia. El día 16 empezarán a ir a clase los alumnos de Bachillerato de Cantabría y Murcia,  y quienes más tardarán en hacerlo, el viernes 18, serán los de Aragón y Castilla y León.

Después de que en 2014-2015 se implantara en primero, tercero y quinto de Primaria, incluyendo la evaluación final para los chavales de tercero, y de que arrancase la Formación Profesional Básica con el primer curso, en esta ocasión llegará a segundo, cuarto y sexto de Primaria, con evaluación en el último nivel. También se implantará en primero y tercero de la ESO y primero de Bachillerato, además de ponerse en marcha el segundo año de FP Básica.

Tras su primera conferencia sectorial de Educación, en la que también se estrenaban muchos de los consejeros del ramo, Iñigo Méndez de Vigo anunció que quedaba dividido en dos el decreto sobre las evaluaciones externas. Primero se aprobará el de Primaria, que debe entrar en vigor este curso para los alumnos de sexto, y "más adelante" se presentará el de las conocidas como reválidas —porque es necesario superarlas para continuar— de cuarto de la ESO y de segundo de Bachillerato.

"No supone ningún retraso", quiso aclarar el ministro, dado que ya estaba previsto que la prueba de ciclo de Secundaria y Bachillerato no se pusiese en marcha hasta el curso que viene. Méndez de Vigo apuntó no obstante que aplaza la aprobación del decreto para abrir "un proceso de diálogo" con los nuevos Ejecutivos autonómicos, muy críticos con la Lomce.

Las asignaturas se agrupan en tres bloques: troncales, específicas y de libre configuración autonómica. El Ministerio de Educación asegura que "esta distribución no obedece a la importancia, sino a la distribución de competencias entre el Estado y las comunidades".

En el bloque de troncales se garantizan unos contenidos comunes para todo el alumnado en el currículo básico. Este grupo engloba Ciencias Naturales, Ciencias Sociales, Lengua Española y Literatura, Matemáticas y primera lengua extranjera.

Dentro del bloque de asignaturas específicas se permite a las comunidades establecer los contenidos, pero no los criterios de evaluación. Las de libre configuración autonómica suponen "el mayor nivel de autonomía, en el que las Administraciones educativas pueden ofrecer asignaturas de diseño propio". Entre ellas se encuentran las lenguas cooficiales.

La asignatura de Religión y su alternativa —Valores Sociales y Cívicos en Primaria y Valores Éticos en Secundaria— serán evaluables y la nota contará para la media del curso o para optar a una beca. Desaparece Educación para la Ciudadanía pero las autonomías la pueden incluir entre las de libre configuración.

En tercero de la ESO los alumnos podrán seleccionar algunas materias optativas para encaminar sus estudios hacia FP o Bachillerato, eligiendo, por ejemplo, entre matemáticas orientadas a las Enseñanzas Académicas o las orientadas a las Enseñanzas Aplicadas.

Los alumnos con más de dos suspensos no podrán pasar de curso y tampoco podrán hacerlo si las asignaturas suspensas son Lengua o Lengua cooficial y Matemáticas.

En Secundaria, el alumnado podrá repetir el mismo curso una sola vez, y dos como máximo dentro de la etapa. En Bachillerato podrá repetir cada uno de los grados una vez, si bien, excepcionalmente, podrá haber una segunda opción. Eso será "previo informe favorable del equipo docente, aunque nunca superando el plazo máximo de cuatro años establecido para cursar" el ciclo.

El examen que se realiza en tercero contempla pruebas de competencia lingüística en español y de matemáticas en todas las comunidades, a lo que Aragón, Baleares y Cantabria suman un examen de inglés. Las regiones con lengua cooficial también examinan a sus estudiantes de dicha materia.

La evaluación para sexto de Primaria, la novedad este curso, se agrupará en cuatro áreas: competencia en comunicación linguística en español y en inglés, con pruebas de comprensión y expresión oral y escrita en ambos idiomas; competencia matemática, y competencias básicas en ciencia y tecnología. El Gobierno establecerá los criterios y las características comunes para todo el sistema educativo, previa consulta a las comunidades.

Cada unidad de evaluación se contextualizará en entornos próximos a la vida del niño e incluirá situaciones personales y familiares, escolares, sociales, científicas y humanísticas.

El resultado se expresará en un informe con insuficiente, suficiente, bien, notable y sobresaliente que será entregado a los padres con carácter informativo y orientador. Estos podrán solicitar una revisión de las pruebas.

Ambas evaluaciones de Primaria se harán de forma individual a los alumnos y con la intención de que sirvan de diagnóstico. Si su resultado es desfavorable, los docentes deberán adoptar las medidas más adecuadas para el alumno rezagado o establecer planes específicos de mejora en los centros públicos.

Depende de las autonomías y de los centros. Las principales editoriales han publicado nuevos libros, adaptados a la reforma educativa. El Ministerio de Educación va a repartir 51 millones de euros entre los años 2015 y 2016 a las comunidades para las familias más desfavorecidas o numerosas. Muchas Administraciones regionales también destinarán sus propias ayudas.

Colectivos como la Confederación Española de Asociaciones de Padres de Alumnos (CEAPA) sin embargo han puesto en marcha una campaña contra el cambio de libros de texto por considerarlo "injustificado" e "ideológico". Hacen un llamamiento a las familias para que no adquieran los nuevos materiales, asegurando que los utilizados hasta el momento eran "perfectamente válidos".

La Asociación Nacional de Editores de Libros de Texto y Materiales de Enseñanza interpuso por su parte 14 recursos contenciosos administrativos contra el Ministerio y varias comunidades por "excederse de sus competencias" al financiar plataformas de profesores para generar contenidos educativos, que, en algunos casos, según sus palabras, "son plagios descarados".

El proyecto de los Presupuestos Generales para 2016 recoge una partida de 1.472,4 millones de euros para becas y ayudas a estudiantes. Esto supone un ligero incremento, del 0,2% respecto a los 1.469 millones presupuestados de cara a este 2015.

Para la implantación de la Lomce, los cuentas del Estado del próximo ejercicio contemplan 363,03 millones, destinados a financiar los nuevos ciclos de FP Básica y la anticipación de la elección y nuevos itinerarios en tercero y cuarto de la ESO.