El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, le ha dicho este miércoles al presidente catalán, Artur Mas, que "saltarse las reglas del juego conduce a la arbitrariedad o a la dictadura" y le ha pedido "volver a la racionalidad". Lo ha dicho durante un coloquio organizado en Casa América al ser preguntado por la posibilidad de una declaración unilateral de secesión de Cataluña tras las elecciones anunciadas para el 27 de septiembre.

A su juicio, la independencia no solo conllevaría para Cataluña una pérdida de riqueza de entre un 30 y un 40% del Producto Interior Bruto (PIB), sino también correría otros "riesgos", ya que no se vería reconocida ni por Naciones Unidas ni por la Unión Europea. Consecuentemente, Cataluña no podría tener acceso al Fondo Monetario Internacional (FMI) y al Banco Central Europeo (BCE), por lo que no podría financiar la "gigantesca" deuda que tiene. "Y ya hemos visto el caso de Grecia. Subsiste gracias al Banco Central Europeo", ha agregado.

Ha explicado la importancia de respetar la legalidad y que en el caso de España recoge la Constitución que establece en sus artículos 1.2 y 2 que la soberanía pertenece a todos los españoles y que se fundamenta en la indisoluble unidad de la nación española. Ha asegurado que la integridad territorial es una "exigencia absoluta" y que si ésta se quiere romper "hay que hacerlo por todo el pueblo español, que es el dueño de su destino".

Tras explicar que esta unidad está recogida en todas las constituciones escritas del mundo con excepción de la de Etiopía y que no estaba en la de la Unión Soviética y la antigua Yugoslavia, el titular de Exteriores ha dicho que desde el punto de vista del derecho internacional la autodeterminación sólo se puede llevar a cabo en los supuestos que establece la ONU. Es decir, en territorios ocupados colonialmente o en países donde se niegan los derechos básicos. "No es el caso de Cataluña", ha apostillado García-Margallo.

El jefe de la diplomacia española ha afirmado que "saltarse las reglas del juego conduce a la arbitrariedad o a la dictadura". "A partir de ahí, hay que decir la verdad y la verdad es que a Cataluña le ha ido muy bien dentro de España", ha añadido. Además, ha negado la "desafección o los agravios" hacia Cataluña diciendo que "ninguno es verdad" y ha ofrecido una serie de datos económicos para justificarlo y señalar que es una "privilegiada" en temas como el AVE y otras conexiones ferroviarias y las de carretera.