Exposición sobre los cien años de la tragedia del Lusitania, barco civil torpedeado por Alemania

  • Liverpool conmemora un siglo del hundimiento del trasatlántico tras el ataque de un submarino alemán frente a Irlanda, una tragedia que causó casi 2.000 muertes.
  • El suceso fue definitivo para que EE UU entrara en la I Guerra Mundial y puso a la opinión pública de gran parte del mundo en contra de Alemania.
  • Todavía se mantiene la polémica sobre la temeridad de la naviera y el capitán de entrar en aguas que los alemanes habían declarado como 'zona de guerra'.
El Lusitania, que aparece atracado en el puerto de Liverpool, era uno de los grandes trasatlánticos de su tiempo: 240 metros de eslora, 26,5 de manga y más de 44.000 toneladas de desplazamiento
El Lusitania, que aparece atracado en el puerto de Liverpool, era uno de los grandes trasatlánticos de su tiempo: 240 metros de eslora, 26,5 de manga y más de 44.000 toneladas de desplazamiento
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El Lusitania, que aparece atracado en el puerto de Liverpool, era uno de los grandes trasatlánticos de su tiempo: 240 metros de eslora, 26,5 de manga y más de 44.000 toneladas de desplazamiento

El capitán Walther Schwieger, comandante al mando del submarino SM U20, uno de los cuatro de la Marina Imperial de Alemania, escribió en la bitácora de a bordo: "Alcanzado por el disparo en la banda de estribor detrás del puente. Se oye una detonación extraordinaria seguida de otra fuerte explosión y de una nube que se eleva. Debe de haber habido además de la explosión del torpedo otra (caldera, carbón o pólvora)... La nave se detiene y se escora rápidamente. Al mismo tiempo, se hunde cada vez más a proa...".

Dieciocho minutos más tarde del impacto del torpedo, poco después de las 14 horas del 7 de mayo de 1915, el trasatlántico Lusitania estaba totalmente hundido, a apenas diez kilómetros de la costa de Irlanda. En la tragedia causada por el primer ataque submarino a un barco civil de gran tamaño murieron 1.191 personas —en el Titanic, que se había ido a pique en 1912, las víctimas fueron 1.514—. Fue el suceso definitivo que puso a la opinión pública del mundo contra Alemania y una de las causas primarias de la entrada de los EE UU en la I Guerra Mundial.

Exponer 'on line' recuerdos de los implicados

Para conmemorar los cien años del ataque, el Merseyside Maritime Museum de Liverpool (Reino Unido), base de operaciones del barco, que se dirigía a ese puerto al ser atacado, organiza la exposición Lusitania: life, loss, legacy (Lusitania: vida, pérdida, legado). Es una muestra de entrada gratuita con gran cantidad de material gráfico y escrito, restos recuperados de las posesiones de los pasajeros y un trabajado micro site on line que busca recolectar y exponer recuerdos de los supervivientes (771 personas) o víctimas.

Aunque han pasado cien años, algunas circunstancias sobre el hundimiento siguen siendo polémicas. Los organizadores de la exposición declaran que el Lusitania era un "barco desarmado" y que las teorías sobre el transporte de material de guerra en sus bodegas —unos 4.000 casquillos de bala— han demostrado resultar falsas. Alemania mantuvo que el Lusitania, como otros barcos de pasajeros de las boyantes líneas inglesas —el trasatlántico, como su gemelo el Mauretania, era de la Cunard—, llevaba suministros bélicos y que la naviera, el Almirantazgo y el capitán actuaron con temeridad al atravesar una zona que había sido declarada como de guerra.

'Indignación mundial'

El ataque provocó una oleada de "indignación mundial", con manifestaciones espontáneas en Londres y Liverpool, donde residían buena parte de los 450 miembros de la tripulación que no lograron salvarse. Los historiadores han considerado que el caso del Lusitania fue determinante para que los EE UU se aliaran en 1917 con Francia, el Reino Unido, el Imperio Ruso y los demás países que combatían a los imperios alemán y austrohúngaro en la guerra más cruenta de la historia del mundo.

La responsable de las colecciones del mueso, Ellie Moffat, recuerda que el Lusitania—un barco de lujo de 240 metros de eslora, 26,5 de manga y más de 44.000 toneladas de desplazamiento— "no sólo era el transatlántico más querido de Liverpool, sino una nave de fama mundial que era familiar a ambos lados del Atlántico" y que el hundimiento fue uno de los "incidentes más infames de la I Guerra Mundial".

Buscador de supervivientes o víctimas

El museo invita a cualquier persona o familia con recuerdos orales o material gráfico a compartirlos en la sección People of the Lusitania (Gente del Lusitania), con un buscador de supervivientes y víctimas, un mapa de localización de las vecindades de los tripulantes y una sección dedicada a las semblanzas de los implicados en la tragedia.

En los trabajos de preparación de la muestra se ha establecido un nuevo conteo del número de personas a bordo en el momento del ataque y posterior hundimiento. Tres habían sido omitidos en las anteriores relaciones —el bombero Gontes Cloules, el camarero F. Hill y el pasajero Robert Anderson—, dejando la cifra en 1.962 frente a los 1.959 que hasta ahora se consideraban como el número oficial.

Barcos amarrados por miedo

La exposición muestra desde fotos de época de los pasajeros y los tripulantes, hasta tiques de viaje y el único chaleco salvavidas que se conserva de los que fueron usados el día del hundimiento. Al comienzo de la I Guerra Mundial se temió por la seguridad de los grandes trasatlánticos de pasajeros: muchos de los barcos fueron amarrados durante el otoño de 2014 y el invierno posterior, pero las navieras perdían mucho dinero y devolvieron los barcos al servicio.

En un principio, el casco y las llamativas y enormes cuatro chimeneas del Lusitania habían sido repintados con colores discretos —gris y negro—y taparon el rótulo con el nombre del barco a proa en un intento de camuflar la identidad y dificultar la detección visual, pero cuando se consideró que el peligro había cesado se devolvió la nave a su aspecto original —blanco y negro—.

A principios de febrero de 1915, Alemania declaró la aguas atlánticas que circundan las islas británicas como "zona de guerra" y anunció que a partir del 18 de febrero los barcos aliados presentes en el área podrían ser "hundidos sin aviso previo". La guerra de submarinos no fue discrecional, ya que ambas partes hicieron esfuerzos para evitar los ataques a naves neutrales.

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