La tarde del sábado 24 de enero, un avión del servicio aduanero francés detectó en el cabo Tres Forcas, al norte de Melilla, a un pesquero de bandera italiana de nombre 'Santa Rita Terza'. El mar estaba muy escrespado y no era el mejor lugar ni la mejor hora para faenar. Algo no cuadraba. Dos patrulleros de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, con amarre en Alicante y Almería, se dirigieron a la zona y ya por la noche abordaron el barco, de 30 metros de eslora, a 138 millas al sudeste de Cartagena. En la bodega del buque, 292 fardos de resina de hachís que sumaban 8.900 kilos, cuyo valor en el mercado hubiera rondado los 14 millones de euros. Hubo ocho detenidos, siete de nacionalidad italiana y otro egipcio.

La yihad ha abierto una nueva vía para financiarse. Y utiliza para ello la ruta del Mediterráneo Oriental, una amplia franja marítima que comprende el norte de África, el Levante español, el sur de Francia y la costa oeste italiana. ¿El método? Fletar pesqueros y buques mercantes que transportan grandes cantidades de hachís desde Marruecos a Libia y Egipto, en la actualidad una especie de "tierra de nadie", donde la droga hace una escala intermedia antes de viajar a Europa. Francia, Italia, España y Portugal, con la colaboración de EE UU, trabajan conjuntamente desde el año 2013 para vigilar esta zona e interceptar los cargamentos.

Desde principios de 2013 esta especie de coalición europea ha apresado 19 de estos barcos (18 transportaban hachís y una cocaína). España, por su cercanía con Marruecos, el punto de salida de la droga, ha llevado el peso de las operaciones. Vigilancia Aduanera ha abordado nueve de estos barcos, el último el 'Santa Rita Terza'. "Por el destino de la droga, creemos que algunos de estos cargamentos sirven para financiar a la Yihad", explica un portavoz de la Subdirección de Operaciones de Vigilancia Aduanera, "La ruta marítima del Mediterráneo Oriental se abrió después de que Francia comenzara su intervención en Malí, obstaculizando así en cierta medida la 'ruta del Sahel' que antes seguía la droga". En enero de 2013, Francia transportó tropas a Malí para combatir a los rebeldes islamistas. Grupos como Al Qaeda en el Magreb Islámico, 'Ansar Dine' y el Movimiento para la Unicidad y la Yihad en África Occidental (MUYAO) controlan un gran triángulo de operaciones entre el norte de Mali y Níger, el sur de Libia y Argelia y el este de Mauritania. 

Las 19 operaciones contra estos barcos han supuesto el decomiso de 244.000 kilos de resina de hachís y 424 kilos de cocaína. Los nueve barcos apresados por Vigilancia Aduanera sumaban 120.000 kilos. Solo el hachís hubiera alcanzado en el mercado un valor de 381 millones de euros. Para comprender la magnitud de la droga que se mueve por esta ruta marítima, las fuerzas de seguridad españolas capturaron en todo 2013 (a falta de los datos oficiales de 2014) unos 320.000 kilos de hachís. Los barcos apresados han sido: 'Adam' (15.704 kilos de hachís), 'Mohamed Said el Gaib' (16.058 kilos), 'Gold Star' (1.000 kilos), 'Luna-S' (9.000 kilos), 'Moon Light' (11.776 kilos), 'Avenir de Safi' (10.860 kilos), 'Berk Kaptan' (12.088 kilos), 'Al Amir Khaled' (7.735 kilos), 'Abou de Sherief' (10.932 kilos), 'La Voluntad de Dios' (9.851 kilos), 'Mayak' (14.597 kilos), 'Assel' (15.983 kilos), 'Aberdeen' (42.672 kilos), 'Just Noran' (28.294 kilos), 'Zakmar' (7.300 kilos), 'Eiskos' (19.899 kilos), 'Rinad' (1.600 kilos) y 'Santa Rita Terza' (8.940 kilos). El 'Mungo' transportaba los 424 kilos de cocaína. 

Los narcos utilizan barcos baratos, generalmente en mal estado pero que pueden navegar. Casi siempre de bandera africana, "aunque en las dos últimas operaciones los barcos tenían pabellón europeo, italiana y portuguesa, quizás porque los narcos creen que así despiertan menos sospechas", explican en la Subdirección de Operaciones de Vigilancia Aduanera. Desde Marruecos, se cree que muchos de los barcos hacen escala en Libia o Egipto, antes de seguir su viaje a Europa. Luego la droga llega a las costas de Francia, Italia, España, incluso Grecia y Turquía. 

Pocos barcos que salen de Marruecos tienen como destino directo Europa, "ya que es difícil meter tanta cantidad de droga en puertos europeos sin levantar sospechas". Por ejemplo, de los 9 barcos apresados por España, solo uno tenía al parecer como destino las costas españolas, según los investigadores de Vigilancia Aduanera. Se trata del pesquero 'Avenir de Safi' (10.860 kilos), interceptado en octubre de 2013 a 50 millas al sureste de Cartagena. Sus seis tripulantes marroquíes fueron detenidos. 

En julio de 2014, Italia interceptó en el canal de Sicilia al mercante 'Just Noran', de bandera de Moldavia, que transportaba 28.000 kilos con destino a los costas turcas. Estaba tripulado por diez libios. Un mes antes, en junio, Italia también interceptó en el canal de Sicilia al mercante 'Aberdeen', con bandera de Togo. Llevaba 42.672 kilos, el mayor cargamento interceptado hasta la fecha. Tenía marineros libios y sirios, y seguramente su destino era Albania o Grecia. En estos dos casos, los narcos se atrevieron a fletar grandes cargas de droga con destino a costas supuestamente menos controladas, como Turquía, Grecia o Albania, aunque la vigilancia de la ruta por parte de la coalición europea permitió detectar la droga durante el viaje.

Libios, sirios, marroquíes, egipcios, turcos... son las nacionalidades de los tripulantes de estos barcos. Los abordajes no son nada fáciles, ya que los narcos prefieren quemar la droga y hundir el barco antes de ser capturados. Por ejemplo, el 'Eiskos' fue apresado a finales de noviembre del año pasado a 40 millas del sur de Almería. Los tripulantes llevaban a bordo cuatro bidones de gasolina listos para explotar. "Consiguieron hacer estallar dos de ellos y dos tripulantes resultaron heridos. Los funcionarios de Vigilancia Aduanera consiguieron apagar el fuego". A principios de diciembre, Vigilancia Aduanera participó junto a la Guardia de Finanza de Italia en el abordaje del bique 'Rinad', de bandera egipcia, frente a las costas de Cerdeña (Italia). Los tripulantes consiguieron hundir el barco, y solo se lograron decomisar 1.600 de los 15.000 kilos de hachís que transportaba.

Esta operación internacional contra los grandes barcos del hachís que cruzan el Mediterráneo Oriental ha tenido también piedras en el camino. La nueva Ley de Justicia Universal supuso la puesta en libertad de algunas de las tripulaciones apresadas. La Audiencia Nacional entendió que con esta nueva ley los tribunales españoles no tenían competencia para instruir causas que afectaran a barcos interceptados en aguas internacionales sin tripulación española y que no se dirigían a España. Más de 50 tripulantes extranjeros de los barcos 'Mohamed Said el Gaib', 'Moon Light', 'Avenir de Safi', 'Berk Kaptan', 'La Voluntad de Dios' y 'Mayak' fueron excarcelados.

El Tribunal Supremo corrigió después la decisión de la Audiencia, y ordenó la detención de los narcos liberados al entender que Audiencia Nacional había aplicado de manera errónea la nueva Ley de Justicia Universal, y que esta, pese a estar redactada de "manera confusa", reconoce la jurisdicción de España para apresar barcos en alta mar que lleven droga siempre que los tratados internacionales otorguen competencia para el apresamiento, como lo hacen la Convención de Viena de 1988 y los acuerdos del mar de Montego Bay de 1982.

Hace un par de semanas, la Policía Nacional concluyó en España la 'operación Nessi', con la desarticulación en nuestro país de una gran red de narcotraficantes (hubo 55 detenidos) que movían grandes cantidades de hachís por toda España. Fueron aprehendidos más de 22.000 kilos de hachís, armas que se habían obtenido en Libia y más de dos millones de euros en efectivo. La policía sospecha que el dinero obtenido por esta red, que acababa en Marruecos, fue utilizado para financiar a células 'yihadistas'.