El incendio que se desató este domingo en la fábrica de Campofrío en Burgos está controlado, tras horas y horas de trabajos de extinción, según ha informado el Ayuntamiento de la ciudad en su cuenta de Twitter.

Los equipos de bomberos y protección civil trabajaron con el apoyo de equipos de generadores eléctricos aportados por el Ejército, pero todavía se ven llamas en el interior de la factoría, de donde sigue saliendo una gran columna de humo. Ya se aprecian los graves años en la estructura, que hacen que la planta sea irrecuperable.

En el lugar permanece un retén formado por diez bomberos del cuerpo municipal de Burgos cuya actividad se centra sobre todo en controlar que las llamas no vuelvan a acercarse a un depósito que contiene unos 10.000 litros de amoniaco que, de incendiarse, podría provocar un alto grado de contaminación del aire.

A primera hora de este lunes, el Consistorio precisaba que se acababan de repetir nuevos análisis ambientales, que seguían dando negativo, de manera que no hay riesgo de intoxicación por el humo.

El concejal de Economía y Seguridad de Burgos, Salvador de Foronda, ha afirmado en declaraciones a la Cope, que el incendio afectará a unos 2.500 trabajadores entre directos e indirectos, pero que "hay un compromiso fuerte de Campofrío para seguir en Burgos".

Unas horas después, el alcalde de la ciudad ha asegurado que la compañía le ha trasladado su intención de abrir una nueva planta en 2016 que dé trabajo a todos los empleados con los que cuentan las instalaciones arrasadas por el fuego. Javier Lacalle ha explicado que así se lo ha confirmado el director general de la compañía, Pedro Vallvé.

El propio Ballvé se desplazó este domingo por la noche a la capital burgalesa, donde mantuvo un encuentro con los representantes de los 1.000 trabajadores de la factoría, a los que aseguró que hará todo lo posible para que se pueda recuperar su actividad lo antes posible.

Los miembros de la plantilla están ahora en situación de licencia retribuida, aunque el presidente del comité europeo de Campofrío, Pablo Fraile, no descarta que les puedan aplicar algún expediente de regulación.

Ante la evolución de la situación, el alcalde de Burgos ha decidido a las diez de la mañana de este lunes desactivar el plan de emergencia municipal que puso en marcha este domingo a primera hora ante la gravedad del incendio.

El regidor ha dejado abierta la posibilidad de que a lo largo de la tarde se reabra un tramo de dos kilómetros de la ronda de circunvalación BU-30 que permanece cortado por el riesgo que puede suponer la escasa visibilidad que provoca la cortina de humo que sigue saliendo de la planta incendiada.