El entorno de Teresa Romero, empieza a pensar ya en cómo será su vida después de recibir el alta, cosa que podría ocurrir en "tres semanas, menos de un mes", según aseguraba este martes Teresa Mesa, la portavoz de la familia, en declaraciones RNE.

Además Mesa ha dicho que Teresa Romero ya sabe que su perro, Excalibur, ha sido sacrificado. Javier Limón, que permanece ingresado en observación en la quinta planta del hospital Carlos III, se lo ha contado a su mujer por teléfono aprovechando la buena noticia de que el resultado de los últimos análisis han ratificado que ya está libre del virus.

"Los dos se han puesto a llorar, pero parece que lo ha encajado mejor ella que Javier, que se ha desmoronado cuando se lo ha dicho", ha añadido. Según la portavoz, que ha señalado que están "muy contentos" por los resultados de las pruebas, los médicos han adelantado a Javier Limón que hasta el lunes o martes de la próxima semana no será dado de alta.

La portavoz revelaba además que ya se están preparando acciones legales por todo lo sucedido. "Javier -el marido de Teresa- ya tiene abogado y éste ya tiene los poderes", afirmaba Mesa, y añadía que cuando Javier Limón salga del hospital "vamos a ver cómo está la casa, iremos con cámaras".

Sobre el estado de la auxiliar dice la portavoz que "está bastante bien, recuperándose un poquito más" y que no sabe "la repercusión de todo ésto, se lo estamos intentando decir poco a poco".

Además, el entorno de Teresa no sabe cómo reaccionará su vecindario cuando regrese a su casa, después de superar el ébola. "Tenemos miedo al rechazo", aseguraba la portavoz, que intenta "que la gente se dé cuenta de Teresa no solo no es perjudicial para la gente, sino que ahora mismo es beneficiosa para todo aquel que tenga un caso de ébola, porque lo podrá curar con su plasma. Y sentenciaba asegurando que "Teresa no es una bomba de virus, es una bomba de salud cuando salga del hospital".

El declaraciones a los medios, Mesa ha contado además que Teresa Romero le ha confesado que hubo "un momento que pensaba que se moría" y que no recuerda haber dicho que se había rozado con el guante el rostro, a lo que Mesa ha añadido que en su estado "podía decir que sí a todo".

Insiste en que "lo que hizo, lo hizo bien", ha indicado Mesa, quien ha destacado que la auxiliar se va a mostrar "colaboradora" con el comité de expertos y que se encuentra "muy agradecida" al trabajo del equipo médico y la atención de los médicos.

Mientras, la madre de Teresa Romero espera "nerviosa" en su casa del municipio de Becerreá (Lugo) noticias acerca de la evolución de su hija y, en concreto, sobre los resultados del último análisis, para confirmar si, en efecto, ya no presenta el virus.

Jesusa Ramos explicó a los medios de comunicación que la esperaban este lunes a las puertas de su domicilio que este lunes por la noche su hijo José Ramón, que está en Madrid, se comunicó con ella y le confirmó que Teresa está "bien".

También comentó que todavía no ha podido hablar con Teresa y que, al menos de momento, no ha sido informada de los resultados de ese último análisis para descartar la presencia de la enfermedad.

Una prima de Teresa, Carmen Rellán, que ha visitado constantemente a su tía en Becerreá desde que la auxiliar de enfermería fue ingresada, reconoció que Jesusa Ramos ha pasado por una experiencia "horrible", pero desde hace unos días también ella "duerme un poco mejor", porque está un poco "más tranquila".

Eso sí, reconoce que la mujer se encuentra todavía "muy preocupada", porque le cuesta deshacerse de la "angustia" que la ha acompañado durante las últimas semanas y porque "no se quedará tranquila de todo hasta que los médicos digan que está bien". De hecho, recordó que su prima todavía "está muy delicada".