Portero de la finca cerca a la estación de Alcalá: "Relacioné el 11-M con la furgoneta por pura intuición"

Luis Garrudo, portero de una finca cercana a la estación de Alcalá de Henares (Madrid) —en la calle Infantado—, vio a tres individuos que bajaban de la furgoneta con una mochila al hombro. Los asesinos se dispersaron por los andenes y se distribuyeron, tal y como estaba establecido.

Garrudo, aquella mañana, adelantó ese día su hora de entrada porque tenía un funeral por la tarde. "Todos los días iba a por la prensa gratuita a la estación de Alcalá", asegura.

Muy abrigados

El conserje, quien recuerda que no hacía frío esa mañana, se percató de que las personas que bajaron de la Kangoo iban muy abrigadas y cogieron varias mochilas: "La persona que iba delante iba tapada, era muy alta y delagada", recuerda.

En un primer momento no relacioné lo que vi con las explosiones

Aunque su primera impresión fue que no eran españolas, Garrudo no ha sabido explicar el porqué.

A su regreso de la estación, el vehículo continuaba allí, aunque no lo relacionó en principio con las explosiones: "Fue pura intuición".

De hecho, el testigo ha asegurado que no vio ningún detalle de la furgoneta: "No pensaba acercarme", afirma.

Una mochila

Garrudo, quien ha matizado que hace ya tres años que ocurrieron los hechos, cree recordar que sólo una de las personas llevaba mochila.

"Caminé detrás de él como 20 metros (...), iba muy deprisa y tenía la cara muy blanca", afirma el testigo.

Imagen brutal

Después del 11-M, las ideas de Garrudo empezaron a encajar.

"Tuve una imagen brutal cuando pasó lo que pasó (...), no era normal ver a un chaval encapuchado a esas horas de la mañana", matiza.

El testigo ha asegurado que vio desde muy lejos los rostros, pero no los recuerda.

Sigue el juicio del 11-M en el especial 20minutos.es

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