Eurovisión 2014 sucumbe ante el 'efecto Conchita Wurst', la representante barbuda de Austria

La representante austríaca, ganadora de Eurovisión 2014, sonríe mientras abraza un ramo de flores.
La representante austríaca, ganadora de Eurovisión 2014, sonríe mientras abraza un ramo de flores.
Flindt Mogens / Efe
La representante austríaca, ganadora de Eurovisión 2014, sonríe mientras abraza un ramo de flores.

La final de la 59ª edición de Eurovisión 2014 comenzó en la noche de este sábado en Copenhague con un aroma anodino en un escenario monumental. Y concluyó, casi tres horas y media más tarde, con un desenlace especial y emotivo. ¿La razón? La victoria aplastante de Conchita Wurst, la representante barbuda y tierna de Austria en cuyo DNI figura el nombre de Thomas Neuwirth. Y, también, por las palabras que pronunció con firmeza, sobreponiéndose a las lágrimas, tras recoger el trofeo en el escenario: "Esta noche está dedicada a todo el que cree en un futuro de paz y libertad. Ya sabéis quiénes sois", indicó en inglés, antes de concluir con un conmovedor "We are unity and we are unstoppable" ("Estamos unidos y somos imparables"), que ya gobierna, como un himno, en Twitter.

La intensidad de su mensaje tapó una de las anécdotas de la noche: la aparición en el escenario de un espontáneo que se agarró a la artista cuando ella portaba ya su ramo de flores de ganadora. La escena, que apenas pudieron captar los que se encontraban en el recinto del festival, no fue emitida por la mayoría de las cadenas.

La actuación de Conchita Wurst había sido la más ovacionada de la jornada: una balada grandilocuente de estilo a lo James Bond que ella acrecentaba con miradas alargadas de pestañas postizas y golpes de ventilador.

También la candidata española, Ruth Lorenzo, junto con Suecia, fue una de las artistas que más aplausos arrancaron al recinto de Copenhague donde se celebró la final. Con voz poderosa, y aguantando con profesionalidad la lluvia artificial que incluía la coreografía de su tema Dancing in the rain (Bailando bajo la lluvia), consiguió empatar con la propuesta de Dinamarca en el noveno o décimo puesto, según se mire. Los puntos procedieron principalmente de Albania, que le concedió a la murciana la máxima calificación (doce). Portugal, el país más proclive a favorecer a España en las votaciones, prefirió romper con la tradición y no le dio ningún punto. Reino Unido, donde Ruth Lorenzo es conocida tras su paso por Factor X, le brindó cinco.

Nada más terminar el festival, la cantante se declaró "feliz" de estar en el Top 10, un logro que España no habitúa a saborear. Y recordó que  había logrado igualar el resultado de Pastora Soler. Sin embargo, antes, cuando todavía no conocía el veredicto final, la española se había mostrado aún más pletórica ante David Moreno, nuestro enviado en Copenhague: "Estoy de subidón", le confesaba.

Entre los ganadores del ranking, destacó también Holanda, que quedó en el segundo puesto con el dueto The Common Linnets y su propuesta folkie de aires románticos y esencia hipster. En el tercer lugar brilló la balada de Suecia con Sanna Nielsen, una de las favoritas de las quinielas digitales.

Sin embargo, Armenia, inicialmente el preferido de las encuestas previas, tuvo que conformarse con un quinto puesto. Su candidato, Aram MP3, que había pronunciado unas declaraciones con tintes homófobos contra la representante austríaca (luego aseguró que había sido una broma), y cuya actuación no fue tan brillante como en la semifinal, tuvo que agachar la cabeza ante el poderío de las barbas.

Los pronósticos tampoco acertaron con Reino Unido, abocado a, según las quinielas previas, quedar entre las tres primeras posiciones. Lejos de esto, la interesante propuesta de Molly Smitten-Downes y su voz rota que le acercaba, a momentos, a los tiempos dorados de Bonnie Tyler, se saldaron con una humilde 17ª posición.

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