Siete inmigrantes que llegaron en la noche de este martes en una embarcación a la isla Congreso, una de las Islas Chafarinas, permanecen "en buen estado" y les han proporcionado agua, comida y mantas, según han informado fuentes de la Comandancia General de Melilla, de quien depende la guarnición militar destacada en el archipiélago español.

Entre los inmigrantes no hay ningún herido ni ningún enfermo y todos se encuentran en buen estado, según estas mismas fuentes.

Previamente, las ONG Caminando Fronteras y Coordinadora de Barrios denunciaban que estos siete inmigrantes, entre los que habría tres menores, que pedían asistencia y asilo al Gobierno español. Entre las nacionalidades de esos inmigrantes habría tres de Mali, uno de Costa de Marfil, dos de Guinea y un congoleño.

La Delegación del Gobierno en Melilla no se ha pronunciado sobre si los inmigrantes van a ser trasladados a la ciudad autónoma o si permanecerán en el islote. A lo largo del año 2012, la llegada de subsaharianos a Chafarinas, así como a otros islotes y peñones de soberanía española frente a las costas marroquíes, abrió una nueva vía de acceso a la inmigración.

Por su parte, la oficina del Defensor del Pueblo, que dirige Soledad Becerril, ha admitido a trámite la queja de Coordinadora de Barrios y ha pedido información a la Administración, según fuentes de esta institución.

Coordinadora de Barrios solicita en la queja la "intervención urgente" del Defensor para asegurar que se preste la "debida atención médica" y que se aplique la ley de extranjería, en el sentido de que ciudadanos de países en conflicto puedan solicitar "protección internacional" y evitar "las devoluciones en caliente".

La queja subraya la petición de proveer a estas personas de asistencia "humanitaria, sanitaria y legal". Las fuentes de la institución han apuntado que, en caso de confirmarse la situación, actuaría de manera similar a como lo hizo cuando llegaron 83 inmigrantes a la isla Tierra en 2012, para garantizar la asistencia necesaria y el respeto de los derechos humanos.

En aquella ocasión, España y Marruecos se repartieron a los inmigrantes, que fueron desalojados de la isla de madrugada. España acogió sólo a los menores y a sus madres, mientras que el resto de inmigrantes fueron entregados al Gobierno marroquí.

Congreso es una de las tres islas que componen el archipiélago de Chafarinas, situadas a unos 4 kilómetros al norte de Cabo de Agua y a menos de cuatro kilómetros de la costa marroquí. Allí hay una reducida presencia militar —30 militares, Regulares y Legionarios de la Comandancia de Melilla que se turnan en las rotaciones— y no es objeto de vigilancia especial por parte de las Fuerzas Armadas.

Hace casi un año, el pasado 10 de mayo, ocho inmigrantes de origen subsahariano llegaron también a isla Congreso en patera, tras conseguir burlar la vigilancia. También el pasado 19 de abril llegaron a esta misma isla otros siete subsaharianos.

Pese a ser la mayor de las tres islas que componen Chafarinas, Congreso está deshabitada, al igual que la del Rey, ya que la única en la que hay presencia de las fuerzas armadas es la de Isabel II, que se halla en el centro y cuenta con un pequeño pero accesible puerto. En la isla del Rey sólo quedan algunos bloques de piedra sumergidos que sirven de refugio a diferentes especies.

Las Chafarinas forman parte de los territorios españoles en el norte de África, que están constituidos además por las ciudades de Ceuta y Melilla, ambas con gobierno autónomo, el Peñón de Vélez, el Peñón de Alhucemas, la isla de Perejil y la isla de Alborán.

El Peñón de Alhucemas, conquistado por España en 1673, se encuentra a unos 2 kilómetros de Marruecos. Con 1,2 kilómetros de extensión, está habitado fundamentalmente por miembros la guarnición española.

Alborán, de 5 kilómetros cuadrados de extensión, se sitúa a 56 kilómetros al norte del cabo de Tres Forcas (Marruecos) y a 90 kilómetros al sur de Adra (España). Es usada como refugio por pescadores y en la década de los ochenta la isla albergaba una guarnición de Infantería, pero hoy queda allí sólo un pequeño destacamento militar español.

El islote de Perejil, de 1,5 kilómetros cuadrados y a 200 metros de la costa marroquí, es español desde 1668. El 11 de julio de 2002, gendarmes marroquíes invadían Perejil desencadenando un conflicto que el Gobierno de José María Aznar zanjó seis días después con una acción militar.