Testigo: "Cuando examiné la furgoneta de Alcalá, comprobé que no había signos de ETA"

Tras la renuncia por parte de los solicitantes de que declaren los agentes de la UCI previstos para hoy en calidad de testigo -lo harán en calidad de peritos-, llega el turno de un agente de Policía encargado del grupo de ETA en Madrid -testigo número 79.858-.

El agente fue llamado el 11-M para acudir a Alcalá, ante el aviso de que había una furgoneta que podría pertenecer a los terroristas.

Sin rastro de ETA

Me acerqué a la furgoneta y realicé una inspección ocular a través de los cristales

"Me encontré toda la zona acordonada, y con un perímetro de seguridad (...), me acerqué a la furgoneta y realicé una inspección ocular a través de los cristales, busqué un elemento de entidad que ocultase explosivo, el exterior de la furgoneta...", ha matizado.

Según el agente, este modo de actuar es el habitual, a no ser que haya demasiadas dudas.

El testigo ha reconocido que desde un primer momento no apreció signos de que fuera ETA. "El modus operandi no era el de ETA, las matrículas eran las del vehículo, no estaba forzado y no habían explosionado el vehículo para eliminar huellas", ha asegurado.

No obstante, el agente ha reconocido que su "opinión" no significa, en ningún caso, que se abandone una línea de investigación, ya que "hay un responsable".

Demasiado abrigados

El testigo, que también habló con el portero que avisó sobre los sospechosos que vio bajarse de la Renault Kangoo en Alcalá, recuerda que éste le llamó la atención sobre lo abrigados que iban cuando la temperatura no lo requería.

"Me dijo que llevaban al menos una mochila cada uno", afirma.

Según el experto en ETA, el portero facilitó las alturas de los sospechosos y la impresión de que parecían "personas de Europa del este".

Siga el juicio del 11-M en el especial de 20minutos.es.

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